El genio incomprendido y la pasión artística de Vincent Van Gogh llegan a Sevilla con una experiencia que trasciende el tiempo. 'Forever Van Gogh' , la producción que ha recorrido con éxito escenarios de toda España, cierra su gira en el Cartuja Center con un homenaje vibrante a uno de los pintores más icónicos de la historia. Tal vez, es considerado como uno de los artistas más influyentes de la historia, conocido por su intensidad emocional y su lucha constante con la salud mental, un contraste que quedó plasmado en sus más de 2.000 obras de arte, incluyendo pinturas y dibujos. Ahora, su turbulenta vida y su incomparable legado artístico cobran vida en una producción que cierra una exitosa gira que comenzó siendo tan solo un proyecto piloto. Del 18 al 29 de diciembre, el público sevillano tendrá la oportunidad de sumergirse en la mente y obra de este genio a través de un montaje que combina arte, tecnología, música y teatro. Esta producción andaluza ha cautivado a miles de espectadores y es descrita por Darío Regattieri , productor ejecutivo de la compañía, como «un auténtica locura», que tras mucho trabajo pone fin estos días en la capital hispalense. Disfrutar de estas últimas funciones supone un auténtico privilegio, ya que como confiesa el propio Regattieri, es una obra que ha sufrido cambios casi a diario para poder ofrecer una versión mejorada. Forever Van Gogh ha superado el año y medio sobre los escenarios y ha demostrado que las producciones originales y el talento español tienen también cabida en los teatros de las grandes ciudades porque conquistan a los espectadores de la misma forma que las grandes producciones. Forever Van Gogh no es solo una obra de teatro, es una experiencia inmersiva que transporta a los asistentes a la vida del pintor mediante una narrativa basada en textos originales de Vincent y su hermano Theo. «Desde el principio, quisimos que esta obra estuviera basada en las más de 700 cartas que intercambiaron», explicó Regattieri. « Queríamos contar la historia tal como fue, sin ficciones, para que el espectador pueda conocer a Van Gogh en su autenticidad». En un continuo ir y venir de estímulos la obra se consagra como una nueva forma de hacer teatro muy alejada a la tradicional, y aunque en un primer momento tanto movimiento pueda llegar a sacarte de la escena, cierto es, que aporta un punto de modernidad que llega a ser interesante para un público que busca un arte reinventado. El montaje, escrito y dirigido por Ignasi Vidal, incluye música original del mundialmente reconocido violinista Ara Malikian, quien aporta una profundidad emocional única. «Elegimos el violín porque es un instrumento que refleja perfectamente las emociones extremas y el tormento de Van Gogh», comentó Regattieri. Sebastián Prada , director residente de la obra, destacó cómo las proyecciones basadas en los cuadros del pintor, ampliadas con inteligencia artificial, permiten al espectador metafóricamente entrar en la mente del artista. El hecho de que la IA haya formado parte de este proyecto no es mera casualidad, ya que no querían «una interpretación personal de cualquier artista de lo que hay más allá de los cuadros», si no una imagen que fuera creada a raíz de un conjunto de datos previamente analizados, para así ser fiel a la realidad. Esta tecnología de vanguardia, que incluye herramientas como MidJourney, Adobe Firefly y Stable Diffusion, ha permitido expandir las obras de Van Gogh a una escala impresionante. «Queremos que el público no solo contemple sus cuadros, sino que los viva, los sienta», explicó Prada. Además, las proyecciones están acompañadas por coreografías de Chevi Muraday , ganador del Premio Nacional de Danza, y una escenografía creada por Alessio Meloni que se integra perfectamente en esta experiencia multidimensional. El elenco de Forever Van Gogh está compuesto por 13 actores encabezados por Cisco Lara, quien da vida a Vincent, y Felipe Ansola, en el papel de Theo. Los acompañan Gema Álvaro, Nico Baumgartner, Vicky Condomí y otros artistas de renombre, todos respaldados por la música en vivo del violinista Simón García. La obra también tiene un componente pedagógico, pues permite entender cómo y por qué Van Gogh pintó sus cuadros, enmarcándolos en los episodios clave de su vida. «Es fascinante saber que en solo diez años de carrera pintó más de mil obras, pero solo vendió una en vida», comentó Prada. «Van Gogh no pintaba para su tiempo, sino para las generaciones futuras, y este montaje busca honrar esa visión». Ahora, Forever Van Gogh cierra su gira en Sevilla, invitando a todos a descubrir una nueva forma de conectar con el arte y la historia. Cada función promete ser un viaje único, donde el público no solo recordará al artista, sino que saldrá con una nueva perspectiva sobre la pasión y la perseverancia que lo definieron. Así, el legado de Van Gogh, más vivo que nunca, sigue inspirando a través de este homenaje excepcional.
