La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil evidencia en el informe aportado a la causa abierta contra el fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, que el Gobierno tuvo acceso al correo íntegro que la defensa de la pareja de Isabel Díaz Ayuso envió a la Fiscalía. El volcado del dispositivo de Juan Lobato refleja que Pilar Sánchez Acera, asesora de Moncloa y mano derecha de Óscar López, le remitió dicha información cuya filtración en prensa investiga el Tribunal Supremo por un presunto delito de revelación de secretos.
El oficio, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, recoge el volcado del teléfono que el exsecretario general del PSOE en Madrid, Juan Lobato, entregó en el alto tribunal el pasado 29 de noviembre, tras declarar como testigo en el procedimiento. El magistrado que investiga los hechos, Ángel Hurtado, le citó tras conocerse que el exdirigente socialista llevó ante notario unos mensajes que se intercambió con Sánchez Acera en marzo de este año. Lobato tomó la decisión de acudir a la notaría en octubre, después de que el alto tribunal abriera esta causa contra el fiscal general del Estado y contra la fiscal jefa de Madrid, Pilar Rodríguez.
Los primeros mensajes que la Guardia Civil localiza en el móvil de Lobato se remontan al 14 de marzo, esto es, un día después de que algunos medios de comunicación publicaran que la Fiscalía había ofrecido un pacto a Alberto González Amador, en el marco de la causa abierta contra él por dos delitos fiscales y falsedad documental. A las 7.03 horas de aquel 14 de marzo, cuando la Fiscalía ya había recabado todos estos correos para desmentir dichas informaciones la jefa del gabinete del entonces director de gabinete de Presidencia reenvió a Lobato tuits de periodistas sobre el asunto.
Durante veinte minutos, ambos departen en conversación por Whatsapp sobre "la línea a seguir sobre este tema" de cara al Pleno de la Asamblea en el que iba a participar la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. A las 8:29 horas de la mañana le reenvío el correo íntegro y le advirtió que tuviera cuidado con los datos personales. Acto seguido, y tal como explicó Lobato en el alto tribunal, Sánchez Acera le dijo que esta comunicación (que hasta entonces no se había publicado íntegramente en ningún medio) "se podía sacar".
"Sácasela en la pregunta", le ordenó la asesora de Moncloa en relación a la interpelación de Ayuso en la Asamblea. "La imagen con la carta es potente", le trasladó. Lobato respondió interesándose por su procedencia y por si se había publicado en algún medio, teniendo en cuenta que se trata de una conversación confidencial mantenida entre abogado y fiscal. Al no obtener respuesta, éste preguntó explícitamente de dónde se había obtenido dicha carta. Se lo preguntó a Sánchez Acera y también al secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés.
Ahora, el volcado evidencia que Sánchez Acera tuvo conocimiento de que, efectivamente, este documento estaba en manos de algunos medios puesto que le trasladó que iba a "salir". "Va a salir antes para el control", expuso.
De hecho, la UCO apunta en su informe que esta circunstancia "revelaría" que Lobato sospechaba que el secretario de Estado no solo estaba al tanto del asunto sino que "podría resolverle la cuestión de cual era la fuente del mismo". Además, asegura que el entonces secretario general del PSOE de Madrid "es consciente de que publicar la información contenida en el móvil "podría constituir algún tipo de irregularidad".
