El sonado caso alrededor de la extorsión al futbolista Paul Pogba podría haber tenido ya su epílogo: su hermano mayor Mathias y cinco de sus amigos de infancia fueron condenados este jueves a penas que alcanzaron hasta los ocho años de prisión por el tribunal correccional de París.
Mathias Pogba no reaccionó al anuncio de su pena: tres años de prisión, dos de ellos en suspenso, por intento de extorsión y participación en una asociación de malhechores.
El hermano mayor de Paul Pogba no acabará tras los barrotes: podrá cumplir sus 12 meses de prisión firme en su domicilio con un brazalete electrónico. El tribunal también le condenó al pago de 20.000 euros (20.930 dólares).
"Mathias está en 'shock'", declaró su abogado saliendo de la sala de la audiencia. "No se ha tenido en cuenta su vulnerabilidad, no se ha tenido en cuenta el hecho de que fue manipulado, que se vio obligado a hacer cosas independientemente de su voluntad", lamentó Tabula Mbeko.
Los otros cinco acusados, amigos de la infancia o conocidos de Paul Pogba, fueron reconocidos culpables de extorsión, retención ilegal y detención, además de por su participación en una asociación de malhechores y han sido condenados con penas que han alcanzado los ocho años de prisión y multas de entre 20.000 y 40.000 euros.
La única acusación que no se ha mantenido, como había pedido la fiscalía, es la de secuestro.
Roushdane K., considerado el cerebro de la operación y el único en haber comparecido detenido, ha sido condenado a ocho años de prisión, como pedía la fiscalía.
Adama C. por su parte ha sido condenado a cinco años de cárcel con orden de ingreso en prisión. Amigo cercano del futbolista en la infancia, abandonó la sala esposado y escoltado por la policía.
Mamadou M. recibió una pena de cinco años de prisión, con 12 meses de suspenso.
Por último Machikour K. y Boubacar C. fueron condenados a cuatro años de prisión, dos de ellos en suspensión para uno de los acusados y hasta tres de suspensión para el otro.
El tribunal también reconoció un perjuicio económico de 197.000 euros (206.200 dólares) y un perjuicio moral de 50.000 euros (52.300 dólares) hacia Paul Pogba.
La mayoría de abogados defensores, furiosos con las penas que consideran muy elevadas, manifestaron su intención de apelar.
El "caso Pogba" se inició en la noche del 19 al 20 de marzo de 2022, cuando el futbolista cayó en una trampa en un apartamento de Montévrain, en la región parisina. Dos hombres con pasamontañas le habrían apuntado con armas de fuego para exigir 13 millones de euros al centrocampista, que en aquel momento jugaba para Manchester United, y después en Juventus.
El caso salió a la luz luego de que aparecieran en redes unos vídeos en agosto de 2022 en los que Mathias Pogba acusaba a Paul de haber hechizado a Kylian Mbappé, su compañero de selección, a través de un "marabout", una especie de brujo.
A lo largo del proceso, todos los acusados negaron su implicación y contaron haber sido ellos mismos víctimas de agresiones durante los meses que siguieron la retención ilegal.
Uno de ellos, Roushdane K., contó haber recibido un disparo a quemarropa en una mano para que pusiera "presión a Paul", que no pagaba.
Argumentos que no han convencido a la fiscalía.
"¿Cómo un hermano, amigos, pueden unirse para extraer una suma de dinero extraordinaria de una de las personas más valiosas de sus vidas?", preguntó una de las fiscales.
Durante su acusación, los fiscales mencionaron la generosidad de Paul Pobga, "el amigo que triunfó" y que financió la compra del restaurante de dos de los acusados, que efectuó transferencias de varios miles de euros o que regaló 100.000 euros (104.600 dólares) a cada uno de sus amigos cercanos y a sus hermanos por su cumpleaños.
"Creasteis a su alrededor una situación de dependencia financiera" que "gangrenó vuestra amistad", denunció la fiscalía.
Otro argumento central de la defensa de los acusados fue que la investigación y el proceso se han basado, según ella, únicamente en las declaraciones de Paul Pogba, que no asistió a las audiencias.
"Se ha entregado a amigos de infancia bajo el pretexto de que si Paul dice algo, es que es cierto...", lamentó Karim Morand-Lahouazi, abogado de Adama C.
Los abogados de la defensa han descrito en varias ocasiones la infancia de niños que crecieron juntos en la periferia parisina, hasta la marcha del futbolista, proyectado hacia una carrera internacional.
Amigos que reconocieron sin problema haberse beneficiado de la generosidad de Paul.
"¿Eso hace de ellos unos criminales?", preguntó Said Harir, abogado de Boubacar C. "No, es una simple manipulación de las cosas. A eso se le llama tener contactos".
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