Vivir en Suiza se antoja como una experiencia ideal que combina calidad de vida, paisajes espectaculares, nieve, comidas deliciosas con unos sueldos claramente superiores a los que se pueden conseguir en España. "Gano más limpiando casas en Suiza que un ingeniero en España", reveló una limpiadora española que cobra 30 euros la hora en el país helvético. No es el único caso, ya que un trabajador de la construcción anunció que cobra 6.000 euros y un repartidor 4.000 euros llevando comida a domicilio.
Esta situación invita claramente a viajar al país a buscar trabajo, como hizo Pablo, pero la situación no es tan idílica como parece. Ismael, un profesional sanitario en Suiza, pasa casi 12 hora en la consulta y advirtió que no todo es lo que se ve por redes: "En redes sociales se muestra que vivir en Suiza es poco más que estar en las montañas, rodeado de paisajes preciosos, comiendo fondue, esquiando y ganando cantidades ingentes de dinero casi sin esfuerzo, lo cual no puede estar más alejado de la realidad".
Otra española que vive en Suiza, Carla Nebulosa, también ha cuestionado que sea todo lo ideal que parece en TikTok. "Suiza es un país superdesarrollado y una economía diez", afirmó en el vídeo, aunque advirtió de otro tema que se suele dejar pasar por alto, su lado "ultraconservador". "Suiza es un país conservador, proteccionista y sin voto femenenino hasta 1991 (en algunas zonas)", explicaba al principio. Revela que esto ocurre en temas principalmente sociales, culturales y económicos.
"A los suizos les gusta que todo se quede como esté", según Carla. Para ejemplificarlo, utilizó el caso de las vacaciones en el trabajo. "Hace unos años tuvieron un referéndum para ver si subían las vacaciones mínimas de cuatro a seis semanas", reveló. Esta propuesta fue rechazada por los ciudadanos y el motivo que explica es el siguiente: "Dar vacaciones se veía como un riesgo para la economía". Carla se reía al pensar en lo que sucedería en España si hubiera esta votación: "En España esto habría sido un sí con mayúsculas. En Suiza no, por si acaso, que todo se quede igual".
También hizo un paralelismo con lo que sucedió con la aprobación del voto femenino: “Hasta hace poco más de 30 años, en ciertos cantones (regiones en las que se divide Suiza) ni siquiera se permitía votar a las mujeres”. Este cambio llegó por completo en 1991 y Carla duda de que fuera por su propia voluntad: "Vamos, porque el Tribunal Federal Suizo les obligó...". "Zúrich parece una ciudad moderna y cosmopolita al visitarla, pero no aprobó el voto femenino hasta 1970", recalcó sobre una de las ciudades más emblemáticas del país.
Respecto a las uniones entre personas del mismo sexó, según explica en otro vídeo, fueron más avazados, ya que se aprobó en 2007, pero con una cierta letra pequeña ya que no eran matrimonios al uso: "Estas uniones no permitían ni adoptar ni tratamientos de fertilidad". El matrimonio de pleno derecho llegó en 2021 mediante un referéndum: "Aquí lo votan todo y no está nada mal", comentó Carla.
Según Carla, esta tendencia sigue en la actualidad: "Esta mentalidad ultraconservadora se sigue viendo a día de hoy, sobre todo, en zonas sur y centro del país.