Dominique Pelicot, el hombre acusado de haber drogado a su esposa durante al menos diez años para facilitar que decenas de individuos la violaran en su propia vivienda, ha sido condenado este jueves a 20 años de prisión, la pena máxima prevista. La sentencia fue dictada por el tribunal de Aviñón, que ha encontrado a Pelicot culpable de todos los cargos que pesaban en su contra. El caso, uno de los más perturbadores de los últimos años en Francia, ha dejado una profunda huella en la sociedad y en la opinión pública.
El tribunal también ha considerado culpables a 50 personas más, que enfrentan cargos de violación o intento de violación. Tras cinco días de deliberaciones, se han impuesto penas de prisión que oscilan entre los tres y los 20 años. En total, 47 de los acusados han sido condenados a penas de entre 5 y 13 años, mientras que tres de ellos, condenados por intento de violación, recibirán sentencias de entre tres y ocho años.
Tras conocer la condena, Gisèle Pelicot, la esposa víctima de los abusos, se mostró visiblemente emocionada y aseguró que había liderado esta batalla ante la justicia pensando en sus hijos y nietos. “Siento una gran emoción. Pienso en mis hijos: David, Caroline y Florian. Pienso en mis nietos, porque son el futuro y es por ellos por quienes he librado esta batalla. También pienso en todas las familias que se han visto afectadas por esta tragedia. Libramos las mismas batallas", comentó. Además, agradeció a las asociaciones de víctimas y a los periodistas por su apoyo durante todo el proceso, destacando el trato justo y digno que le brindaron.
Durante su breve declaración ante los medios, Gisèle fue interpelada por una periodista sobre su opinión sobre las penas impuestas a los acusados. A lo que respondió con un respetuoso "Respeto a la corte y la decisión". La reacción de la víctima contrastó con la decepción de muchos de los asistentes al tribunal, quienes mostraron su descontento ante las penas impuestas, que en su mayoría fueron mucho menores a las solicitadas por la Fiscalía.
A pesar de la decepción de muchos, Gisèle Pelicot optó por no emitir juicios negativos y prefirió ofrecer un mensaje conciliador. "He querido, al abrir las puertas de este proceso, que la sociedad hiciera suyos sus debates. No lo he lamentado en ningún momento", comentó.
La víctima, que luchó para que las audiencias fueran públicas, incluso en los momentos más difíciles, cuando se proyectaron los vídeos de las violaciones grabadas por su esposo, destacó la importancia de abordar colectivamente el futuro de la sociedad. "Tengo confianza ahora en nuestra capacidad de afrontar colectivamente un futuro en el que todos, hombres y mujeres, puedan vivir en armonía con respeto y comprensión mutua", agregó.
Además, Pelicot quiso agradecera las asociaciones de víctimas y a los periodistas por su apoyo durante todo el proceso, destacando el trato justo y digno que le brindaron.