En la antesala del histórico y cíclico 4º trimestre de cada año, el periodo en que la historia puede cambiar el escenario, las oficinas en los principales mercados del país, viven un escenario de recuperación que no alcanza para ver los números alcanzados en 2013.
Ese año, sólo en Ciudad de México (CDMX) el mercado estaba en equilibrio con una tasa de disponibilidad de 10 por ciento, que generó en 2016 un creciente nivel de nuevas construcciones, con un total de 1.8 millones de m2.
La llegada de la pandemia fue un factor determinante. Incluso poco antes, con el 19S el mercado había logrado compensar la sobreoferta ante la demanda de espacios de distintas dependencias y empresas que requirieron reubicación.
La realidad es que actualmente, con un dominante esquema de trabajo híbrido y miles de corporativos que buscan el regreso al espacio físico de trabajo, el negocio aún registra una tasa de disponibilidad de 23.4 por ciento en CDMX, que significa 1.8 millones de m2 de oficinas vacías.
Los pronósticos de la recuperación obligan a ver 2026 como el periodo de la franca recuperación, sin embargo quienes tienen una perspectiva de un mayor plazo saben que dependerá de lo alcanzado en 2025, cuando podría registrarse una tasa de entre 17 y 19 por ciento, en parte por la participación de nuevos sectores que demandan espacio, pero también porque no existe nueva construcción.
Sin embargo, mucho del dinamismo dependerá de la recuperación económica, en especial la que ven inversionistas y desarrolladores, que han diversificado su participación hacia otros sectores de mayor dinamismo como el industrial, logístico e inmobiliario turístico.
Por tanto, se estima que serán varios trimestres que tejen la realidad del mercado. Mientras eso sucede, las previsiones serán reflejo del espejo con que se miren los principales indicadores.
Desde el último trimestre de 2022 se veía un tiempo de evaluación en las empresas del esquema de trabajo híbrido y el efecto positivo que han dejado los sectores industrial y turismo que logró permear en la economía.
Desde entonces, las absorciones obedecían a renegociaciones de contratos, renovaciones o bien movimientos fly to quality, con los que los inquilinos lograron mejorar nuevas condiciones y resolver sus requerimientos post pandemia.
Firmas de corretaje como Newmark, CBRE, JLL y Cushman & Wakefield han debatido desde entonces cómo las tasas de ocupación, desocupación e ingreso de nuevos edificios al inventario son factor de cambio en las caídas históricas de 2020.
En este lapso, han sido elementos de cambio los usos distintos de espacios, la renta de superficies acondicionadas, contratos en pesos y flexibles, además que distintos modelos donde el segmento corporativo tiene un menor peso.
Factores como la integración de la tecnología y modelos distintos buscan observar en niveles de absorción de otros tiempos, cuando el mercado colocaba los 350 mil m2 un número que se ve con nostalgia.
¡Felices fiestas!