Álvaro Morata es sin duda uno de los nombres del año. Su capitanía en la pasada Eurocopa, su salida del Atlético, el giro radical en su vida personal y sobre todo la confesión sobre su salud mental lo ha convertido en uno de los grandes protagonistas de la temporada.
Pero ahora, el delantero del Milán vuelve a ser protagonista no por su calidad sobre el césped sino por el nuevo negocio que acaba de sumar a su entramado empresarial. Uno de sus negocios más destacados es la famosísima franquicia de cruasanes Manolo Bakes, una cadena de pastelería de la que es el accionista mayoritario. Morata se unió a la empresa a través de Pablo Nuño, quien había fundado una cadena que popularizó los “manolitos”, los tradicionales minicroissants de mantequilla. Poco después, alcanzaron un acuerdo con la empresa original de estos productos. Actualmente, Manolo Bakes cuenta con 42 locales en España y produce alrededor de 70.000 “manolitos” al día. La cadena ha alcanzado una valoración que sitúa las acciones de Morata en un valor cercano a los 25 millones de euros.
Po otra parte, el futbolista también cuenta con importantes inversiones en el ladrillo. A través de su sociedad Tamora 2011 S.L., creada en 2011, Álvaro Morata ha consolidado un fuerte patrimonio inmobiliario, compuesto por viviendas y locales comerciales en algunas de las zonas más exclusivas de Madrid. Actualmente, la gestión de esta sociedad se realiza conjuntamente con su expareja pareja, Alice Campello.
Y ahora vuelve a sorprender con "El Marrano", una empresa con la que quiere llevar lo mejor de España a Italia.
Morata ya es reconocido como un jugador con una amplia trayectoria empresarial y profesional, y a lo largo de su carrera en el país transalpino ha forjado un vínculo especial con su cultura y gastronomía, por lo que ahora se ha propuesto llevar lo mejor de la dehesa española al exigente mercado europeo. El Marrano nace como una apuesta gourmet que exporta jamones y embutidos ibéricos, destacando por la autenticidad de su origen y su cuidadoso proceso de elaboración.
Para este proyecto, Morata cuenta con la colaboración de Adrián Fernández-Romero, experto en el sector alimentario al proceder de una familia de empresarios sevillanos ligados al sector del ibérico y el aceite, si bien está igualmente muy vinculado al mundo del fútbol, donde ha ocupado diferentes puestos de responsabilidad.
«El Marrano es más que una marca; es una conexión entre culturas que valoran la calidad y la tradición. Italia, con su exquisito paladar y su respeto por los sabores auténticos, es el punto de partida ideal para nuestro proyecto, pero estoy convencido de que el resto de Europa también sabrá apreciar la excelencia de nuestros productos ibéricos», afirma el futbolista.
El lanzamiento de la marca arranca con una campaña navideña en la que se comercializará un exclusivo pack compuesto por un jamón y una caña de lomo de bellota. En 2025, el catálogo se ampliará con una gama completa de embutidos ibéricos, como chorizo y salchichón, además de nuevos formatos para adaptarse tanto al consumidor final como al sector Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías).