En un año con muchos títulos destacados, las ausencias en los galardones de cine se notan más. Este año varias películas que han competido en certámenes internacionales se han quedado fuera
Nominados Premios Goya 2025: listado completo
Lo decía Isaki Lacuesta tras conocer las 11 nominaciones de Segundo Premio en los Goya, este año podía pasar de todo: “Había tantas películas que podían estar nominadas a todo o a nada... Si me hubieran dicho que Segundo Premio tenía cero nominaciones me parecía verosímil, igual que haya pasado esto. Y con otras diez películas de este año igual, y eso ecológicamente es muy bueno”.
Se refería a algo que se venía barruntando desde hace tiempo, que en un año tan dividido como el que ahora termina, sin ninguna película de consenso destinada a arrasar en los premios, todo podía pasar. Y así ha sido. Muchas películas se han ido con un botín bastante escaso, especialmente por el lugar de donde venían.
Han sido aquellas que han estado en Cannes, Venecia, Toronto o Locarno las que no han conseguido entrar en la categoría de Mejor película. Quizás, como varias personas proponían en Twiiter, es hora de hacer como en los Oscar y ampliar el número de títulos nominados. Estas son las ausencias más sonadas de las nominaciones a los Goya 2025.
La lectura de nominaciones comenzó de forma excepcional para Pedro Almodóvar. Tanto Julianne Moore como Tilda Swinton entraban en el quinteto de Mejor actriz protagonista, pero poco a poco la realidad se fue imponiendo y la Academia dejó fuera al filme de Almodóvar de categorías clave como mejor montaje hasta dar la puntilla final con su ausencia en Mejor película.
Que no esté es sorprendente por varios motivos. El primero, porque sí está en Mejor dirección y Mejor guion adaptado, y si un filme está entre los mejor escritos y mejor dirigidos para la Academia, es extraño que no sea una de las mejores obras del año. El segundo motivo es que la primera película española en ganar el León de Oro del Festival de Venecia, uno de los premios más importantes del cine de autor mundial, se ha quedado fuera de los Goya.
Un caso parecido, o complementario al de Pedro Almodóvar es el de Marcel Barrena, director de El 47. ¿Cómo es posible que la película más nominada, con 14 candidaturas, no haya conseguido que su director esté nominado? Si el realizador es el responsable máximo de que la maquinaria de una película esté perfectamente engrasada, la de El 47, reconocida en todos sus apartados técnicos, funciona a la perfección. No solo eso, sino que tres de sus intérpretes están nominados, y si la normativa de la Academia no impidiera a un mismo intérprete estar dos veces, seguramente Eduard Fernández hubiera sido un doble nominado y logrado también la candidatura por El 47.
Uno tiene la impresión de que se penaliza a los filmes comerciales en categorías como la de Mejor dirección, al igual que labores de puesta en escena más invisibles. Este año esto ha ocurrido mucho. Tres directores nominados no tienen sus películas nominadas: Jon Garaño y Aitor Arregi, por Marco; Paula Ortiz, por La vigen roja; y Pedro Almodóvar, por La habitación de al lado. Demasiadas diferencias entre dos categorías que suelen ir unidas.
Jonás Trueba ha firmado su mejor película, pero ni por esas consigue el cariño de la Academia. Volveréis ganó el premio a la mejor película de la Quincena de los Realizadores en Cannes y ha sido incluida en el top ten de las mejores obras del año para la prestigiosa revista francesa Cahiers du cinema. Sin embargo, no consigue ninguna de las nominaciones importantes, y se confirma con la de Mejor actor, para Vito Sanz, y Mejor dirección de arte. Ni película, ni dirección, ni su juguetón y libre guion encuentran reconocimiento.
Puede que sea el precio a pagar por una coherencia a prueba de Goyas. Trueba hace cine con sus normas, lejos de la industria y de los peajes que son necesarios para lograr entran en la conversación sobre los premios. Su película merecía mucho más.
Premio en el Festival de Toronto y Espiga de Plata en Seminci. ¿En los Goya? Una nominación para Alfredo Castro como Mejor actor. ¿Cómo es posible que no esté nominada la música de María Arnal?, ¿ni su vestuario?, ¿ni su dirección artística?, ¿cómo un musical tan arriesgado y original sobre la eutanasia, con un guion tan fino y una puesta en escena tan brillante no tiene el lugar que merece? La Academia ignora de nuevo a Carlos Marqués-Marcet de forma injusta. Pero ante todo, se olvida de la mítica y enorme Ángela Molina, que salta sin red en un papel excelente que merecía la nominación y puede que el premio.
La adaptación de la novela Las madres no, de Kaixa Agirre ha supuesto el regreso de Mar Coll, una de las cineastas fundamentales del cine español reciente. Su regreso ha sido con una película que coquetea hasta con el body horror para lograr una impactante reflexión sobre la maternidad y sobre el tabú de aquellas madres que se arrepienten de serlo. Ganó una Mención especial en Locarno y el premio a la Mejor actriz en Seminci. En los Goya logra las nominaciones de Mejor actriz revelación para Laura Weissmahr, y de Mejor guion adaptado, pero se queda fuera de apartados técnicos que merecían reconocimiento, como su excelente banda sonora de Zeltia Montes y por supuesto Mejor dirección y Mejor película para una de las mejores películas españolas del año.
