Con rumbo a la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, la American Society (Amsoc) consideró que, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, sus reformas se relacionarán directamente con nuestro país.
Además, dijo que debe regularse el comercio con China en los países de Norteamérica ante un “piso disparejo imposible de competir”.
“El piso parejo tiene que ser para todos y evidentemente es uno de los factores que más preocupan a los inversionistas americanos y, particularmente al Gobierno de Estados Unidos”, afirmó Larry Rubin, presidente de la Amsoc, organización que reúne empresas estadounidenses en México, en rueda de prensa.
El líder empresarial detalló que es difícil competir con empresas que no son del todo privadas, ya que el Gobierno chino también les otorga financiamiento, lo que crea condiciones en el mercado disparejas.
“(No lo hay el piso parejo) con las empresas chinas porque son financiadas por su mismo Gobierno. Entonces no son empresas privadas realmente y eso crea condiciones en el mercado que son imposibles de cumplir”, criticó.
Dijo que las empresas buscan acaparar los mercados, lo que resulta en un control de precios que deja en desventaja a los productores nacionales en Norteamérica, por lo que debe de ser regulado.
“Nosotros somos del pensar que definitivamente el comercio con China tiene que ser regulado, tiene que ser visto en su misma proporción”, enfatizó.
En este sentido, señaló que los mayores beneficios en el comercio son México y Estados Unidos y que incluso pesan más que el comercio que cualquiera de ambas naciones pueda tener con China.
Por otra parte, Rubin aseveró que “sí hay lugar en el T-MEC para expandirlo a otras naciones, incluyendo Colombia”, después de que la presidenta, Claudia Sheinbaum, mencionase que propondría en su revisión que el tratado de Norteamérica también beneficie al sur del continente.
Sin embargo, consideró que la agenda de discusión dista de este interés, ya que se tratarán temas como la migración, la seguridad, el comercio con China, entre otros factores que aquejan a las tres naciones, incluidas las nuevas reformas en México.
“Definitivamente, creo que es una buena iniciativa buscar mercados alternos también, tanto para Estados Unidos, para Canadá, como para México, pero difícilmente ahorita podemos medir si habrá o no ese apetito”, dijo.
Dijo que este tema podría salir a relucir hasta finales de 2025, cuando se entre de lleno en la renegociación del T-MEC y cuando los legisladores estadounidenses definan sus intereses.
No obstante, resaltó que el tratado “ha sido un instrumento muy valioso para empresarios estadounidenses y que hay mucho interés por asegurar que el T-MEC, como esta hoy: México-Estados Unidos-Canadá, siga siendo un instrumento fuerte para los empresarios de las tres naciones”.