Antes de salir tomábamos un zumo de pera muy frío de uno de aquellos productores alemanes de principios de los 80 que fabricaban cualquier cosa alegre y curiosa por tal de no parecer nazis. Hay una historia de Europa que puede contarse a través del arrepentimiento y la expiación , y no es una mala historia. Llegábamos a El Corte Inglés cuando cerraba y en la planta de juguetes Javier sacaba una lista de varios folios y eran los huérfanos de Cataluña que residían en orfelinatos de monjas y que habían escrito su carta a los Reyes. Javier elegía uno a uno los regalos y los daba a envolver con el nombre correspondiente. Trescientas nombres, trescientos regalos, trescientas veces el...
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