El banco central de Estados Unidos sigue aliviando las condiciones de financiación ante la moderación de la inflación, aunque aumenta su previsión al 2,5% de media en 2025, desde el 2,1% anterior, y prevé solo dos bajadas más del 'precio' oficial del dinero el próximo año
Lagarde anuncia que “los días más oscuros del invierno” han pasado y que el BCE seguirá bajando los tipos de interés
La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha decidido recortar los tipos de interés por tecera vez 0,25 puntos al 4,5%, tras hacerlo otro cuarto de punto en noviembre y, antes, en septiembre, bajarlos medio punto de golpe ante la moderación de la inflación hacia el objetivo teórico del 2%. Sin embargo, ha aumentado su previsión al 2,5% de media en 2025, desde el 2,1% anterior.
Además, la nueva hoja ruta de la propia Fed para las bajadas de los tipos de interés en los próximos meses apuntan ahora a solo dos recortes más de 0,25 puntos, que dejarían la tasa de referencia en el 4%.
El banco central norteamericano arrancó en noviembre una nueva etapa con Donald Trump de vuelta en la Casa Blanca. En su anterior etapa como presidente de la primera economía del mundo ya ignoró la supuesta independencia de la política monetaria y presionó públicamente a la institución, que actualmente se encuentra en pleno proceso de alivio de las condiciones de financiación (de abaratamiento de los préstamos, de las hipotecas...).
Hasta ahora, los recortes anunciados por Jerome Powell, el presidente de la Fed, entraban en el 'guion'. Pero, según defiende la mayoría de expertos, la economía de Estados Unidos ha demostrado ser más resistente de lo que esperaba el banco central hace apenas unos meses.
Los datos recientes muestran que la inflación está bajando más lentamente de lo que anticiparon los economistas de la Reserva Federal y que el mercado laboral no se está debilitando tanto como se temía. Esta nueva perspectiva apoya una mayor agresividad en 2025. Es decir, menos bajadas del 'precio' oficial del dinero.
Desde nuestro punto de vista, el Banco Central Europeo (BCE) está condicionado por la Reserva Federal porque si se abre una gran brecha entre los tipos de la eurozona y de Estados Unidos se podría producir una depreciación del euro respecto al dólar inflacionista (para la eurozona), porque automáticamente las importaciones de petróleo y de otras materias primas o productos que se comercian en dólares se encarecerían por el efecto del tipo de cambio.
La semana pasada, el BCE anunció la cuarta bajada de 0,25 puntos de los tipos de interés oficiales en la eurozona —hasta el 3%—. La institución confía en la moderación de la inflación al objetivo teórico del 2% en 2025 y, esta misma semana, su presidenta, Christine Lagarde, señló que, si no hay ninguna sorpresa, seguirá bajando el 'precio' del dinero de referencia para las hipotecas y los préstamos en general durante los próximos meses.