En las últimas semanas, la costa este de Estados Unidos ha sido escenario de numerosos avistamientos de drones no identificados, generando preocupación y confusión entre la población. Estos objetos voladores han sido reportados sobre vecindarios residenciales, sitios restringidos e infraestructuras críticas, lo que ha llevado a un llamado a la intervención militar y a la investigación por parte de las autoridades.
Los avistamientos han puesto a las agencias federales bajo presión para proporcionar información clara sobre la naturaleza de estas aeronaves. A pesar de las garantías de que no representan una amenaza a la seguridad, los funcionarios locales continúan exigiendo respuestas y recursos para abordar la situación. “Quiero asegurarle al público estadounidense que estamos trabajando en ello”, afirmó Alejandro Mayorkas, secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
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Los drones han sido avistados en al menos seis estados: Nueva Jersey, Nueva York, Connecticut, Pensilvania, Massachusetts y Virginia. Los primeros reportes comenzaron el 18 de noviembre en el condado de Morris, Nueva Jersey, y desde entonces, los residentes han informado sobre la presencia de drones en el cielo, a menudo en grupos. La situación se intensificó cuando se avistaron drones cerca de instalaciones militares y áreas sensibles, lo que llevó a la FAA a imponer restricciones temporales de vuelo.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha instado a investigar activamente los avistamientos y coordinar esfuerzos con las fuerzas del orden federales. Mientras tanto, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, ha solicitado la implementación de sistemas de detección de drones. A pesar de las afirmaciones del FBI y el DHS de que no hay evidencia de amenazas, los funcionarios locales continúan presionando por más información y recursos para investigar los avistamientos.
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La confusión sobre la naturaleza de los avistamientos ha llevado a algunos funcionarios a sugerir que muchos de ellos podrían ser casos de “identificación errónea”. Según Mayorkas, la mayoría de los avistamientos podrían ser aeronaves tripuladas confundidas con drones. Sin embargo, algunos expertos advierten que la cobertura mediática del fenómeno podría estar atrayendo a imitadores que vuelan sus drones, complicando aún más la situación.
La regulación de los drones en EE. UU. está bajo la jurisdicción federal, lo que dificulta la capacidad de las autoridades locales para actuar. Las leyes actuales permiten a los operadores de drones recreativos volar hasta 122 metros en espacios aéreos no controlados. Sin embargo, la falta de herramientas adecuadas para monitorear y responder a los avistamientos ha generado preocupación entre los funcionarios locales y la comunidad.
A medida que continúan los avistamientos de drones en la costa este de EE. UU., la incertidumbre persiste. Las autoridades federales y locales trabajan para esclarecer la situación, mientras que la comunidad sigue demandando respuestas y garantías de seguridad. La combinación de avistamientos misteriosos y la falta de información clara ha mantenido a la población en un estado de alerta y confusión.
