La estabilidad de la terraza del restaurante Mangos, ubicado en el acantilado de la Costa Verde en Miraflores, ha generado preocupación entre expertos en geotecnia. Esta alerta surge a raíz de las filtraciones de agua que afectan la zona y que podrían derivar en un derrumbe, especialmente ante un sismo de gran magnitud. A pesar de estas advertencias, las autoridades locales aseguran que no existe riesgo inminente.
El ingeniero y experto en geotecnia, Néstor Huamán, declaró en Panamericana que el área donde se encuentra el restaurante es altamente inestable debido a la composición del suelo, caracterizada por materiales erosionables y porosos. Huamán explicó que el peso adicional de la terraza y la maquinaria utilizada durante su construcción han agravado esta condición. Durante su intervención, el ingeniero presentó evidencias de humedad y hundimiento en las proximidades del restaurante, lo que indicaría un debilitamiento progresivo del terreno.
“Estas filtraciones, combinadas con la erosión natural de los acantilados, incrementan el riesgo de un colapso estructural. Incluso sin un sismo, la posibilidad de un derrumbe es alta, y con un movimiento telúrico de gran magnitud, la situación podría ser catastrófica”, advirtió Huamán.
Por su parte, el ingeniero Alberto Ramírez reforzó estas preocupaciones al señalar que el restaurante Mangos está ubicado muy cerca del borde del talud y carece de defensas apropiadas. “No existe ningún muro de contención que pueda soportar un sismo de 7 grados o más en la escala de Richter. Si ocurre un temblor de esta magnitud, es muy probable que la estructura ceda y termine derrumbándose hacia la Costa Verde”, afirmó Ramírez.
En contraste con las advertencias de los expertos, el alcalde de Miraflores, Carlos Canales, descartó la existencia de filtraciones y negó que haya riesgo de derrumbe en la zona. Según Canales, se han implementado sistemas de geomembranas y desagües que garantizan la estabilidad del terreno.
El alcalde destacó que los trabajos preventivos y las obras de infraestructura implementadas cumplen con las normativas vigentes, por lo que los comensales y trabajadores no deberían preocuparse.
Los expertos coinciden en que, dada la fragilidad del acantilado, es esencial llevar a cabo una evaluación exhaustiva e independiente del terreno y de la estructura del restaurante. Se recomienda considerar medidas como: