Por Juan Gabriel López Guix. Desde hace ya unos cuantos años, los letreros que señalizan las aulas de mi Facultad de Traducción lucen, además del número, un nombre propio y una sucinta biografía del traductor o la traductora a la que el espacio está dedicado. Hace un tiempo, se consideró adecuado modificar el nomenclátor establecido y se nos pidió a los profesores que propusiéramos dos nombres para su consideración en el nuevo repertorio ampliado. [...]