Marine Le Pen asegura que se está preparando para unas elecciones presidenciales adelantadas en Francia, ante «la fragilidad de Emmanuel Macron». El equipo de Agrupación Nacional (AN), la formación de Le Pen, valora seriamente la posibilidad que el actual jefe del Estado dimita próximamente -aunque en principio su legislatura vencerá en 2027- y trabaja ya sobre ese escenario. Le Pen, cuyo partido logró la primera plaza de los comicios europeos del pasado junio y tuvo el mayor número de votos de las legislativas de julio (aunque la pinza entre Macron y la coalición de izquierdas la relegó al tercer lugar en escaños ), será presumiblemente candidata a las próximas presidenciales, pero Macron no podrá serlo, pues en Francia el jefe del Estado sólo puede servir un máximo de dos mandatos. Ambos se vieron las caras en 2017 y 2022, saliendo en ambas plazas victorioso el liberal, pero el margen de votos se ha ido estrechando hasta inclinarse a favor de la candidata derechista en las últimas encuestas. «Me estoy preparando para unas elecciones presidenciales anticipadas, por precaución, teniendo en cuenta la fragilidad de Emmanuel Macron y las pocas palancas institucionales que le quedan«, ha asegurado Le Pen este miércoles en una entrevista en el diario francés Le Parisien. Lo cierto es que la inestabilidad se ha apoderado del final del mandato de Macron. La mayoría parlamentaria que suman los extremos ha provocado que, sólo este año, haya habido cuatro primeros ministros distintos, y el último, François Bayrou , nombrado hace apenas una semana, ya está enfrentándose a su primera crisis política a costa de la tragedia de Mayotte. «Macron está acabado o casi acabado», continuaba Le Pen en su entrevista, recogida por la agencia Reuters, añadiendo que el presidente se ha visto relegado a sun segundo plano tanto a nivel nacional (donde el Parlamento le da al espalda de forma contante) como internacional (donde otros liderazgos en Europa han opacado el suyo). «Ha enfadado a todo el mundo. Ya no tiene influencia en la Unión Europea» , ha sentenciado la líder de AN. Macron, en los últimos meses, ha insistido en que no dimitirá. Sin embargo, los últimos episodios, como el agónico y fugaz paso de Michel Barnier como primer ministro durante tan sólo tres meses, evidencian una grave crisis que impide que pueda llevar con soltura las riendas de la República. A pesar de ello, incluso aunque fuera así, el camino de Le Pen no será de rosas, precisamente. La líder de AN, junto a varios compañeros de partido y su propio padre, Jean-Marie Le Pen, se enfrentan a diversas causas judiciales por presuntamente utilizar fondos de la Unión Europea para pagar a los trabajadores del partido. Ella, en su defensa, ha denunciado ser víctima de una caza de brujas , pero si termina siendo declarada culpable, podría ser inhabilitada para presentarse a un cargo público durante cinco años, lo cual, haya adelanto o no, incluye las presidenciales, que no podrán ser más tarde de 2027. Se espera que el juicio concluya en marzo.
