El equipo económico de la nueva administración ha comenzado a trabajar en un plan piloto para la implementación de un IVA personalizado. Esta propuesta forma parte de las ideas presentadas por el Frente Amplio (FA) durante las recientes elecciones. Los encargados de este proyecto, liderados por Gabriel Oddone, han reconocido que su desarrollo será un proceso «complejísimo», lo que podría complicar el cumplimiento de los objetivos establecidos.
Fuentes cercanas al nuevo gobierno consultadas por El País han señalado que la implementación de esta medida podría comenzar a fines de 2025 o a inicios de 2026. Sin embargo, han advertido que, dada la complejidad de las variables involucradas, «tal vez no se llegue» a cumplir con esta línea de tiempo.
Un aspecto crucial a determinar es el impacto económico que una medida de esta magnitud puede tener en la sociedad. Ello es esencial, dado que la administración ha enfatizado la importancia de que la implementación mantenga una «neutralidad» en relación con la recaudación. La capacidad de lograr esta neutralidad será un indicador clave del éxito de la propuesta.
El término IVA personalizado se refiere a un sistema que permite el reintegro de este impuesto a determinados grupos de la población tras su pago. Dicho reintegro podría ser total o parcial y se puede realizar mediante devoluciones directas o compensaciones. Una de las tareas que el nuevo gobierno deberá enfrentar será la elección del mecanismo más adecuado para llevar a cabo esta propuesta.
El presidente electo, Yamandú Orsi, mencionó esta medida durante varias ocasiones en su campaña electoral. También ha sido discutida por el futuro secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez. Oddone afirmó este martes que «es un tema prioritario desde el punto de vista conceptual, pero no es inminente», lo que indica que, aunque se abordará en la agenda, no será una de las prioridades inmediatas en los primeros meses.
Entre los planes preliminares para su implementación, se ha contemplado la frontera como un área clave. Oddone indicó que esta medida puede ser un «instrumento importante para las pequeñas empresas que, especialmente en el interior, enfrentan situaciones difíciles en términos de precios». Este enfoque podría ofrecer un alivio significativo.
Las Bases Programáticas del FA proponen «dirigir» la política hacia un IVA personalizado, enfocado en reducir el impuesto sobre bienes y servicios considerados de primera necesidad. Esta estrategia busca realizar una transformación del sistema tributario, que consiste en disminuir los impuestos al consumo, al tiempo que se incrementa la carga sobre la renta y el patrimonio de los más acaudalados.
Este enfoque tiene como objetivo «avanzar en la reducción de la desigualdad». La idea subyacente es que «paguen más los que tienen más riqueza e ingresos», liberando de mayor carga tributaria a aquellos con menores recursos. De esta manera, se persigue la creación de un sistema fiscal más justo y equitativo.
El mecanismo de IVA personalizado ha estado en vigor en Uruguay desde 2022, específicamente para las transacciones realizadas a través de la billetera electrónica del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) para quienes reciben ciertas asignaciones familiares. Este hecho representa un paso inicial hacia un programa más extenso que pretende implementar el nuevo gobierno.
En las reuniones de transición, Oddone y Azucena Arbeleche, la actual ministra de Economía, abordaron estas propuestas en el contexto de la nueva dirección que pretende tomar el gobierno. Oddone enfatizó la complejidad de la situación fiscal y la importancia de trazar un camino claro para las estrategias futuras.