La lesión de Lamine Yamal ha sido un duro golpe para el FC Barcelona que nota demasiado su ausencia. La joven estrella del equipo, podría estar fuera de los terrenos de juego entre 7 y 8 semanas debido a una lesión en el tobillo sufrida este domingo en el partido contra el Leganés (0-1).
El delantero de 17 años sufrió un fuerte golpe en el tobillo tras una entrada de Yvan Neyou, jugador del Leganés. Sin embargo, la dureza de la entrada le produjo una lesión de grado 1 en el ligamento intertibio-peroneo anterior.
Si embrago, el Barça busca la fórmula para contar con su futbolista clave lo antes posible. Lamine ha sido una de las piezas más cruciales en el arranque de temporada del Barça, destacando por su desborde y talento por lo que el club blaugrana ha puesto en marcha una terapia de choque que podría permitir tener disponible al futbolista para el encuentro ante el Athletic el próximo 8 de enero.
Según adelanta Mundo Deportivo, desde ayer le han empezado a aplicar un tratamiento con factores de crecimiento en su tobillo maltrecho. Se trata de una técnica habitual con en la que se trata la zona lesionada con plasma rico en plaquetas que pueden acelerar la recuperación. Además, Lamine lleva una bota especial para inmovilizar y proteger el tobillo. El plasma rico en plaquetas inyectado estimula la curación de los músculos, tendones y ligamentos lesionados. Este tratamiento acelera significativamente el proceso de rehabilitación y permite a los atletas lesionados volver al entrenamiento completo en poco tiempo. Rafael Nadal ha sido uno de los deportistas que se ha sometido a él en varias ocasiones a lo largo de su carrera.
El plasma rico en plaquetas, o también conocido como tratamiento PRP, es una sustancia que es extraída de la sangre y aplicada en la zona lesionada. Este tratamiento se compone de plaquetas, es decir, células sanguíneas que ayudan a la coagulación de la sangre, y de factores de crecimiento, proteínas que ayudan a la regeneración de los tejidos, según recoge Resportclinic, especialista en traumatología deportiva.
Esta técnica es muy efectiva y utilizada en lesiones deportivas como roturas del ligamento cruzado anterior (LCA) o el ligamento colateral medial (LCM). Además, ha sido demostrado que alivia considerablemente el dolor y la inflamación, asociados a condiciones como la tendinitis del tríceps, la bursitis del codo o la epicondilitis lateral.
Cabe destacar que, al obtener la sangre del propio paciente, no existe riesgo de rechazo o alergias, una gran ventaja.
Es un procedimiento bastante sencillo. La primera parte consiste en extraer una pequeña muestra de sangre del paciente y, posteriormente, se centrifuga y se extraen las plaquetas para separar los distintos componentes de la sangre. Se utilizan protocolos de entre 2000 y 5000 revoluciones por minuto en centrifugadoras específicas.
A continuación, el profesional sanitario obtiene un plasma del paciente, junto a una enorme concentración de plaquetas, 6-8 veces superior a la concentración normal que podemos encontrar en la sangre que circula en nuestro cuerpo.
Una vez extraído el Plasma Rico en Plaqueta, será inyectado en la zona tratada, que ha sido previamente limpiada y desinfectada, vía intraarticular, intramuscular, intratendinosa o subcutánea. A través de esta técnica se produce una hiperestimulación biológica que favorece la cicatrización, la regeneración y curación del tejido dañado.
El tratamiento completo suele consistir de tres infiltraciones con un intervalo de descanso de una o dos semanas entre ellas.
