La empresa japonesa Space One fracasó este miércoles en su segundo intento de lanzar al espacio un cohete y convertirse en la primera firma privada del país en conseguirlo.
El cohete Kairos fabricado por esta firma "terminó su vuelo tras juzgar que el éxito de su misión sería difícil", dijo Space One en un comunicado.
La transmisión televisiva mostró el despegue del fino cohete blanco desde el puerto espacial de la firma en la región de Wakayama, en el oeste de Japón. Sin embargo, poco después se ve a lo lejos a la nave descendiendo en espiral.
El cohete de combustible sólido cargaba con cinco satélites, entre ellos uno de la Agencia Espacial Taiwanesa.
Space One pretende establecer un servicio de lanzamiento de satélites para satisfacer una demanda global en auge y emular a SpaceX, la firma de Elon Musk, que tiene contratos con la NASA y el Pentágono.
"No consideramos que este incidente sea un fracaso", declaró a periodistas el presidente de Space One, Masakazu Toyoda.
"Creemos que los datos y la experiencia obtenidos (...) son sumamente valiosos y pensamos que serán útiles para el siguiente desafío", agregó.
El director de la compañía, Mamoru Endo, explicó que un problema técnico ocurrido 80 segundos después de despegar afectó la altura del cohete Kairos.
"Nuestros datos indican que el cohete volaba en un sentido oeste, en lugar de la dirección sur planeada originalmente" y no fue posible enderezar el curso, precisó Endo.
Space One aseguró que espera lanzar un tercer cohete Kairos lo antes posible, aunque no brindó una fecha específica.
En marzo, en un primer intento de poner en órbita un satélite de prueba del gobierno nipón, el Kairos recibió la orden de autodestruirse debido a problemas técnicos.
La Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (JAXA) también busca convertirse en un actor importante en el mercado del lanzamiento de satélites.
Sus nuevos cohetes H3 experimentaron varios intentos fallidos de despegue antes de su primera misión exitosa en febrero.
Los planes de probar otro cohete de combustible sólido, el Epsilon S, quedaron postergados después de una fallida prueba de motor que provocó un incendio en las instalaciones de JAXA.
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