El cineasta ha participado en Toledo en una actividad formativa para profesores y estudiantes sobre el fenómeno migratorio. Lamentó la hipocresía de quienes demonizan la inmigración y “tienen internas en casa que solo libran un día a la semana”
Palabras Clave - Trabajo Social Comunitario para derribar barreras
“¿A quiénes de vosotros os gustaría ir al extranjero a estudiar? ¿Quiénes iríais por amor? ¿Y por trabajo?”. Con estas preguntas el director andaluz de cine, Benito Zambrano, iniciaba este martes un diálogo con alumnos de Bachillerato en el salón de actos del IES Sefarad, en Toledo. “Todas y todos los que habéis levantado la mano seríais inmigrantes en otro país, pero de primer nivel. Os tratarían bien en Europa”.
La presencia en Toledo del también guionista estaba relacionada con la I Jornada sobre Migraciones bajo el lema 'La Migración más allá de la ficción’, organizada por el centro toledano, en la que se proyectó su película 'El Salto'. La cinta gira en torno a la expulsión de un maliense sin papeles y muestra el sufrimiento y el maltrato de los migrantes africanos que llegan a España saltando la valla de Melilla.
El propósito de esta acción formativa, de la que participaron también alumnos y profesores de otro instituto, el IES Greco, es que los estudiantes se sensibilicen y “vean una realidad que no perciben, porque falta mucha formación en todos estos temas. Están en otra cosa, aunque en este centro toledano tenemos alumnos migrantes y cada vez vienen más, la mayor parte del continente americano. Al trimestre llegan unas 20 personas”, explica Oliver Garvín Gómez, director del Instituto Sefarad.
Los españoles fuimos los negros de Europa en los años cincuenta y sesenta, considerados ruidosos, sucios y analfabetos. Ahora vienen otros por necesidad y no a joder y a fastidiar. Vienen a buscar una vida digna
Durante el encuentro, Benito Zambrano, recordó sus orígenes humildes al hablar de su trayectoria profesional, “soy hijo de jornaleros”, dijo, y trató de contagiar lo incomprensible del comportamiento “de quienes fuimos los negros de Europa en los años cincuenta y sesenta, considerados ruidosos, sucios y analfabetos. Ahora vienen otros por necesidad y no a joder y a fastidiar. Vienen a buscar una vida digna”.
“Aquí hay muchas mujeres”, dijo al observar un auditorio al que se había invitado a alumnos, padres y profesores. “Algunas de vosotras sois madres. ¿Imagináis lo que es no ver a vuestros hijos durante años?, preguntó. Y añadió que ”muchos que los que demonizan la inmigración tienen internas en casa con solo un día libre a la semana, en régimen de semiesclavitud, cuidando los hijos de otra mujer en lugar de a los suyos. ¿Os lo imagináis?“.
El delegado de Bienestar Social en la provincia de Toledo, Maximiliano Muñoz, participaba en la charla y se dirigió a los alumnos para reivindicar sus orígenes chilenos. Señaló la importancia de cómo se habla de ciertos temas: “Si nos referimos a la inmigración como un problema, eso tiene connotaciones negativas. Es mejor hablar de gran desafío”, decía. “El que tiene que salir de su país para buscarse la vida en otro, es el que tiene el problema”.
Algunos de los participantes mostraron sus inquietudes tras el visionado de la película y surgieron las preguntas. Uno de los personajes se centra en una de las pocas mujeres que saltan la valla en Melilla. “Ser mujer, negra y pobre es como tener un cartel en la frente que dice haz conmigo lo que te dé la gana”, comentó Zambrano, que también explicó las dificultades del rodaje a preguntas de los jóvenes. “Se realizó en Madrid porque era donde había más figuración negra”, aunque se encontró con el problema de la falta de especialistas negros.
El cineasta aconsejó a los alumnos sobre “la importancia de observar la vida y a la gente, escuchar el dolor de tu tiempo y aprender para poder contar”. Y mientras dialogaba con estudiantes y profesores, se refirió a la urgente necesidad de migrantes que tienen los países como el nuestro: “Gente que cuide, que trabaje, que tenga hijos” y concluyó que “hay que ser muy estúpido para decir que la inmigración es un problema”.
En el salón de actos del centro educativo, Zambrano quiso dedicar la jornada a la actriz Marisa Pareces, presente en uno de los carteles de películas que lo adornan y cuyo fallecimiento se acababa de conocer. “Fue una gran mujer, comprometida con su carrera, con la cultura y con lo político”.
Este miércoles, 18 de diciembre, se celebra el Día de las Migraciones, declarado por Naciones Unidas en favor de la integración de las personas migrantes en nuestra sociedad.
La jornada estuvo organizada por el Centro Regional de Formación de Profesores, el IES Sefarad, DAMA Autor (Programa de Formación) y Accem, entidad que abordó el panorama migratorio, la protección internacional actual, el marco legal y el funcionamiento del sistema de acogida. “La implicación de la comunidad educativa es muy importante para todas las personas migrantes”, decía Esther Colado, de Accem, cuyo objetivo es “integrarse en la comunidad y vivir de manera independiente como cualquier otra persona. Tenemos que trabajar mucho para fomentar poder llegar a ese punto”.
