Un equipo de investigadores ha descubierto el sistema estelar binario más cercano jamás detectado alrededor del agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea, lo que sugiere que no es tan destructivo como se pensaba.
Los sistemas binarios -dos estrellas que orbitan un centro de masas común- son muy habituales y representan el 50% de las estrellas de la Vía Láctea.
Pero en el centro de la galaxia, donde se encuentra el agujero negro supermasivo Sagitario A* (Sgr A*), esas estrellas se pueden "contar con los dedos de una mano": solo se han detectado cinco sistemas dobles hasta la fecha, explica a AFP Emma Bordier, astrofísica de la Universidad alemana de Colonia y coautora del estudio publicado el martes en Nature Communications.
Esta región es considerada "una de las más extremas" de la galaxia debido a la "inmensa influencia gravitacional del agujero negro supermasivo, que provoca órbitas estelares muy excéntricas y de gran velocidad, así como fuerzas de marea capaces de perturbar y destruir los potenciales sistemas binarios", añade la joven investigadora.
El descubrimiento del sistema binario muestra que los agujeros negros de este tamaño "no son tan destructivos" como se pensaba, resume en un comunicado del Observatorio Europeo Austral (ESO) el autor principal del estudio, Florian Peissker (Universidad de Colonia).
Bautizado como D9, este sistema doble se encuentra en el "cúmulo S", un grupo denso de estrellas y otros objetos en órbita alrededor de Sgr A*.
Durante su itinerario llega a situarse a solo 0,03 pársecs del agujero negro. En comparación, Proxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, está a 1,3 pársecs, es decir, aproximadamente 40 veces más lejos que D9 de Sgr A*.
Los datos fueron obtenidos gracias a dos espectrógrafos del Very Large Telescope (VLT).
Michal Zajacek, coautor del estudio e investigador en la Universidad Masaryk (República Checa) y en la Universidad de Colonia, señala que el sistema D9 "muestra signos claros de la presencia de gas y polvo cerca de las estrellas".
Esto sugiere "que podría tratarse de un sistema estelar muy joven que debió formarse en las proximidades del agujero negro supermasivo", añade.
El equipo de investigadores estima que D9 tiene solo 2,7 millones de años, y la fuerza gravitacional del agujero negro probablemente hará que se fusione en una sola estrella en un millón de años.
Esta juventud lo convierte aún en más singular, ya que los otros cinco sistemas dobles descubiertos hasta ahora son estrellas masivas, o incluso muy masivas, y más evolucionadas.
Los científicos creían que las condiciones extremas cercanas a un agujero negro impedían la formación de nuevas estrellas y que las que se encontraban allí se formaban en regiones más propicias, antes de migrar hacia el centro galáctico.
Sin embargo, las observaciones han mostrado que esta región está "paradójicamente poblada de estrellas jóvenes". El descubrimiento de una joven estrella binaria "muestra una vez más que todo es posible alrededor de un agujero negro supermasivo", subraya Bordier.
Este hallazgo también arroja nueva luz sobre los "objetos G", los objetos más misteriosos del cúmulo S, que se comportan como estrellas pero parecen nubes de gas y polvo.
El equipo sugiere que podrían ser una combinación de estrellas de sistemas binarios que aún no se han fusionado y materiales residuales de estrellas que ya lo hicieron.
La detección de D9 también permite especular sobre la presencia de planetas en el centro galáctico, ya que estos a menudo se forman alrededor de estrellas jóvenes. "Parece plausible que la detección de planetas en el centro galáctico sea solo cuestión de tiempo", según Peissker.
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