Las partículas de polvo son uno de los enemigos más comunes a los que enfrentarse durante el cuidado del hogar, aunque planificar la limpieza de manera anticipada puede permitir retirarlas de manera sencilla y efectiva
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El polvo es uno de los enemigos habituales al que enfrentarse durante la limpieza del hogar. Esto es debido a que, con el paso del tiempo y pese a una limpieza habitual, es inevitable que tanto muebles como el resto de objetos y superficies del hogar sean cubiertos por dichas partículas de una manera u otra.
En el hogar, este compuesto está principalmente formado por un conjunto de restos de diferentes proveniencias, tanto de dentro como de fuera de casa. En el domicilio, el polvo puede volverse notable por la mezcla de diferentes residuos, como pelos o pieles muertas, restos de insectos o partículas del exterior, entre otros.
Para impedir la concentración de estos desechos es imprescindible higienizar de manera frecuente todas las zonas del hogar, aunque cada una de ellas cuenta con un método de limpieza específico que te permitirá mantener el polvo a raya de una manera más sencilla y eficiente.
Para luchar contra la formación de polvo de la manera más eficiente posible es importante elegir qué herramienta se adecúa más a cada superficie. Por ello, antes de comenzar con una limpieza, planifica qué zonas del hogar se van a higienizar y recurre a los utensilios que resulten más útiles para cada espacio. Estas son algunas de las mejores opciones para cada área del hogar:
A la hora de limpiar con algunas herramientas como el plumero es importante tener en cuenta el orden de limpieza, comenzando siempre por las zonas más elevadas hasta terminar en áreas inferiores como suelos o mueble bajos. Esto es debido a que algunas partículas de polvo de las partes superiores podrían desprenderse y caerse, ensuciando de nuevo partes ya limpias.
Comienza utilizando el plumero para mover el polvo de objetos como lámparas colgantes o ventiladores; continúa limpiando zonas intermedias como televisiones, mesas o estantes; y finaliza con áreas como suelos, patas de sillas y mesas o rodapiés.
Uno de los trucos que te permitirán retirar el polvo –especialmente el proveniente de restos de pelos y pelusas– sin necesidad de recurrir al uso de una aspiradora son los guantes de goma. Estos enseres resultan útiles principalmente en telas y materiales similares debido a sus propiedades electrostáticas y textura adhesiva.
De esta forma, al frotar sobre superficies textiles, como ropa de cama o muebles tapizados, se genera una fricción que atrae el polvo o cualquier otro resto de pelusas y pelos, permitiendo retirarlos de manera sencilla. Este método es efectivo no solo por la sencillez con la que puede ser empleado, sino también porque permite adaptarse a zonas curvas y con textura, como las de sofás o cojines, a las cuales resultaría imposible llegar con otras herramientas.
Para emplear este método, ponte los guantes de goma o de látex –es posible recurrir a los clásicos de limpieza de color amarillo–. A continuación, humedece ligeramente el guante con agua y pasa la mano por las superficies llenas de polvo o pelos, frotando con movimientos circulares hasta retirar todos los restos adheridos al mueble.
A la hora de sacudir alfombras o superficies de tela duras, es importante seleccionar cuidadosamente la zona y las herramientas adecuadas para ello. Escoge un lugar lo más ventilado posible y sacude las superficies con golpes firmes. Si se hace desde una ventana, es importante tener en cuenta la localización de la misma para que el polvo no entre de nuevo en la casa o no molestar a ningún vecino.
Por otro lado, uno de los utensilios más efectivos a la hora de limpiar zonas textiles planas, como cojines sin relieve o sofás, son los rodillos adhesivos. Estos resultan eficaces, ya que están diseñados para atrapar partículas como el polvo, pelos y pelusas de superficies del hogar sin levantarlas ni dispersarlas, impidiendo que estas se adhieran a otros objetos.
Tanto si se va a realizar un viaje largo como si se planea no volver al hogar en un tiempo por otro motivo, es recomendable cubrir los muebles con fundas o protectores que impidan que estos se llenen de polvo mientras no hay nadie en el hogar. Esto no solo evita la acumulación de partículas, sino que facilita la limpieza de las mismas a la vuelta.
