El Ayuntamiento de Alicante explora sus opciones para frenar la instalación de macrodepósitos de combustible en el puerto de la ciudad, después de que el Supremo haya rechazado su recurso, obligando a conceder licencia ambiental a la empresa. Un golpe a la estrategia municipal que, aunque agota el camino judicial para tratar de impedir la concesión de dicho permiso, aún deja abiertas "varias vías", según el alcalde Luis Barcala.