La Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) es una de las universidades más prestigiosas en Perú y en América Latina, no solo por su exigencia académica, sino por sus logros a nivel internacional, como el ser la única institución educativa peruana en obtener tres veces el premio de la NASA. Este mérito lo obtuvo gracias a la iniciativa de un profesor peruano apasionado por la ingeniería, quien hoy es el único en el mundo en ganar tres veces concursos organizados por la agencia espacial estadounidense.
Manuel Luque Casanave, junto a un equipo de estudiantes de la UNI, superó a prestigiosas universidades de Estados Unidos, Asia y otras partes del mundo. Los galardones obtenidos en las ediciones del 2019, 2020 y 2023 reflejan la capacidad del talento peruano en ciencia, tecnología e innovación.
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Nació en el distrito de Pueblo Libre, en Lima, y pasó su infancia en San Isidro, en una familia que valoró la educación y la creatividad como pilares fundamentales. Su padre, médico egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), trabajaba en el área de emergencias, hoy Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), en el antiguo Hospital Obrero, ahora llamado Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen.
“No seguí medicina porque veía que mi padre hacía muchas guardias como médico. Pero me gustaba la ciencia y la tecnología, lo que me llevó hacia la ingeniería y hoy estoy trabajando mucho en Ingeniería biomédica”, señaló en diálogo con La República.
Realizó sus estudios superiores en ingeniería mecánica eléctrica en la UNI, motivado por su prestigio y por el reto que implicaba debido a su exigencia académica. Posteriormente, perfeccionaría sus conocimientos en el extranjero, en el área de mecánica, electrónica y mecatrónica.
Antes de formar parte de la plana docente de su alma máter, trabajó en diversas empresas vinculadas al sector industrial, donde adquirió experiencia práctica en proyectos de innovación, desde Alicorp hasta PetroPerú. En un momento incluso llegó a formar parte de un proyecto secreto del gobierno peruano que planeaba una invasión a Chile. Estas experiencias le permitieron consolidarse como un profesional de alto nivel y le otorgaron las herramientas necesarias para transmitir conocimientos en el aula.
La trayectoria de Manuel Luque Casanave en la UNI comenzó en 1998, cuando paralelamente trabajaba en proyectos de eficiencia energética en Cenergía, un centro de conservación de energía adscrito al Ministerio de Energía y Minas, conformado por trabajadores de ElectroPerú y PetroPerú.
“Comencé a trabajar en la UNI a raíz de que uno de los directivos de Cenergía, que era amigo de un profesor de esa universidad, me mencionó que necesitaban modernizar. Como sabían que había regresado de Europa con el conocimiento de automatización, crearon el curso de automatización, mediciones y control automático, que hasta ahora lo enseño”, indicó para este medio.
Adicionalmente, se le asignó el curso de instalaciones industriales, en el que aplicando la automatización y los procedimientos clásicos se implementan sistemas como la refrigeración de aire acondicionado, ventilación de aire comprimido o los sistemas eléctricos. El profesor Luque hasta hoy enseña en la facultad de ingeniería mecánica eléctrica, donde instruye a estudiantes del noveno y décimo ciclo a medir las máquinas y censar los parámetros para que puedan operar bien con el objetivo de dar calidad al producto, ahorrar energía y brindar seguridad a los operadores.
Manuel Luque juntó a un grupo de estudiantes de diferentes facultades de la UNI, desde la especialidad de mecánica, ingeniería naval y mecatrónica hasta alumnos de ingeniería electrónica y arquitectura, entre otras. En 2019, obtuvieron el primer puesto en el concurso HERC NASA 2019 (Human Exploration Rover Challenge) en la categoría Telemetry and Electronic Award, tras diseñar un fotobiosensor que medía la frecuencia cardiaca de los astronautas, así como evaluar su consumo de oxígeno durante las misiones espaciales.
“En una de las misiones de Apolo de la NASA, los astronautas no tuvieron la oportunidad de poder contar con información y casi se les agota el oxígeno de sus tanques antes de regresar a la base lunar, entonces lo que planteamos es medir en mililitros por minuto la cantidad de consumo de cada astronauta, el nivel y volumen del tanque y ver hasta qué distancia podría llegar como límites. La NASA premió esta propuesta para medir el consumo de oxígeno, porque cuando el astronauta se moviliza en un planeta, si no se mide cuál es la cantidad de oxígeno necesaria para regresar, puede quedarse en el camino. Medimos hasta dónde se podía avanzar para regresar y no sufrir lo que pasó en una misión Apolo, donde los astronautas llegaron con las justas a su base”, detalló el ingeniero.
En 2020, la UNI ganó el premio, tras desarrollar una rueda innovadora para un rover, el vehículo explorador de la NASA. Según el diseño planteado por la institución peruana, el carro explorador tendría un mejor avance sobre superficies irregulares de la Luna y Marte. La innovación fue tan original que recibió las felicitaciones de los organizadores y actualmente está siendo analizado por la agencia espacial estadounidense para ser incorporado en futuras misiones.
“Esa rueda se basaba en lo siguiente: en estos viajes interplanetarios, el rover va a tener que pasar sobre piedra y regolitos, que son restos de meteoritos que han impactado en planetas; entonces no es una superficie plana, por lo que hicimos unos alerones laterales para que cuando esté pasando sobre estas superficies irregulares amplíe sus expectativas de avance al poder pasar sobre esos espacios”, recordó.
Adicionalmente, el profesor Luque observó en su casa que los ganchos de ropa tienen unos resortes de torsión, que permiten forzar para abrirlos. Ello le inspiró a colocar resortes de torsión a los alerones para que cuando estén sobre superficies como rocas o restos de meteoritos, presionen para poder pasar sobre ellos.
En 2023, la NASA volvió a premiar a la UNI, aunque esta vez en la categoría STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) por su labor en la capacitación de estudiantes y grupos vulnerables en el Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar – INABIF y otros lugares donde había personas en situación de vulnerabilidad.
El profesor e ingeniero Manuel Luque Casanave reveló que en uno de los proyectos también trabajó con alumnos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) y Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Actualmente, trabaja en proyectos de ingeniería biomédica y desarrolla otros trabajos innovadores en su alma máter, del cual pronto se tendrán sorprendentes noticias.