A pocos días de empezar el verano, las temperaturas empiezan a ser cada vez más altas. Para sobrellevar el calor, el aire acondicionado se convierte en uno de los electrodomésticos más usados al momento de enfriar los hogares.
Sin embargo, ante el aumento de las tarifas eléctricas y una mayor conciencia sobre el uso de la energía, muchas personas optan por regular su uso o directamente considerar otras alternativas.
En este contexto, algunos optan por comprar techos radiantes para climatizar sus casas o usar materiales para aislar la casa del calor.
Murió el aire acondicionado: el electrodoméstico que no consume electricidad y es perfecto para este verano
Los techos radiantes son instalaciones que emiten frío de arriba hacia abajo, lo que permite que se refresquen todos los espacios de manera uniforme mediante el principio de radiación térmica.
Distribuyen la temperatura de manera uniforme sin la necesidad de corrientes de aire ni ruido. Además, su principal ventaja es su eficiencia energética que permite estar cómodo en casa sin gastar de más.
Al enfriar superficies, permite que funcione sin comprometer el confort. Cabe resaltar que también contribuye a cuidar el medio ambiente, ya que al ahorrar energía se reduce el consumo energético.
Estos aparatos van conectados al techo y emiten frío mediante radiación, lo que significa que enfrían superficies de manera uniforme. Además de ahorrar energía, funcionan sin emitir ruido, lo que facilita el descanso.
En la misma línea, ocupan menos espacio que un aire acondicionado tradicional, lo que permite una estética más limpia y minimalista. Al no crear corrientes de viento, evita que circula el polvo.
Cabe resaltar que son aparatos que suelen necesitar menor mantenimiento en comparación de los split tradicionales.
Murió el aire acondicionado: el electrodoméstico que no consume electricidad y es perfecto para este verano
Durante las épocas de calor el principal dilema que surge es a cuánto poner el aire acondicionado para que consuma la menor cantidad de energía posible.
Si bien es una preferencia personal, los números indican que mantenerlo entre 22 y 24 grados logra un equilibrio perfecto entre comodidad y eficiencia energética.
