Un yacimiento de restos humanos de la Edad de Bronce temprana “revela el lado más oscuro de laprehistoria humana”, como aseguran los investigadores de la Universidad de Oxford.Los huesos de al menos 37 hombres, mujeres y niños dan cuenta de una matanza perpetrada entre el 2210 y 2010 a.C. El análisis realizado por un equipo de arqueólogos reveló que el grupo fue asesinado, descuartizado, consumido parcialmente y arrojado a un pozo de 15 metros de profundidad ubicado en el condado inglés de Somerset, en la región de Charterhouse Warren.“Aunque no son desconocidas las pruebas de violencia interpersonal en la prehistoria británica, no se ha encontrado nada a esta escala”, aseguran los investigadores en el estudiopublicado enAntiquity, revista académica y de investigación dedicada a la arqueología.Los huesos desenterrados entre las décadas de 1970 y 1980 —y que hasta hace poco captaron la atención de los investigadores— presentan huellas de violenciaextrema: golpes, señales de desmembramiento y fracturas ocurridas alrededor del momento de la muerte.Uno de los cráneos más completos presenta múltiples marcas de corte que sugieren la extirpación del cuero cabelludo, los demás cráneos quedaron totalmente destruidos por los golpes recibidos. Además, se registraron marcas de dientes en un pequeño número de huesos de las manos y los pies, todo apunta a que fueron masticados.“Fueron asesinados a corta distancia con instrumentos contundentes y, a continuación, sistemáticamente desmembrados y descarnados, con los huesos largos fracturados de una forma que solo puede describirse como carnicería”, se lee en el reporte. Ninguno de los golpes coincide con algún rito mortuorio del que se tenga conocimiento. Las muertes tampoco parecen haberse dado en batalla, ya que no se encontraron señales de puntas de proyectil en los huesos. De hecho, las lesiones craneales sugieren que el ataque se efectuó cara a cara. Existe la posibilidad que las víctimas ya estuvieran cautivas o fueran tomadas por sorpresa como parte de una táctica de guerra.Además, aunque no queda claro el papel que tuvieron los actos de canibalismo hallados en la escena, es poco probable que hayan sido provocados por falta de comida o por motivos culinarios. “Esto deja al canibalismo dentro de un contexto de conflicto violento, en el que los individuos son deshumanizados y tratados como animales. ”Dadas las características, los expertos consideran que se le puede catalogar como una masacre, mismas quepudo haber sido perpetrada “en respuesta a un suceso violento anterior o a la percepción de la violación de un tabú social grave”.Por ahora, los expertos consideran que la mejor forma de interpretar los hallazgos es como una forma extrema de “violencia como espectáculo”. Es decir, quienes perpetraron la masacre no solo buscaban erradicar al grupo, sino que además intentaban "alterarlos", enviar un mensaje.“Un acontecimiento de esta magnitud no podía ocultarse, y sin duda resonó en toda la región y a lo largo del tiempo (...) fue una declaración política”El análisis de los huesos ha brindado mayor claridad a los arqueólogos, sin embargo, aún existen muchas preguntas al respecto, por ejemplo, si hubo algún criterio de selección en el ataque, o si los autores de los crímenes eran forasteros o locales.Ni el cambio climático (que comenzaba a presentarse en dicho periodo), ni los conflictos étnicos, o la competencia por recursos parecen ofrecer una explicación a tal grado de violencia.Se prevé que los resultados del análisis de ADN en curso brinden más detalles sobre la ascendencia y relaciones familiares de los restos hallados en el pozo.LHM