La detención del gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo en Venezuela, generó un fuerte rechazo por parte del Gobierno de Argentina, que lo considera un delito de lesa humanidad.
Las autoridades argentinas señalaron al régimen de Nicolás Maduro como responsable de este acto, ocurrido en un contexto de tensas relaciones diplomáticas entre ambos países.
El Foro Argentino por la Defensa de la Democracia (FADD) denunció la detención a través del siguiente comunicado: "A una semana de su secuestro, no se tiene información oficial sobre su paradero ni sobre su estado, lo que constituye una grave violación a los derechos humanos y a las normas internacionales".
Según le dijo Fernando Soto, director nacional de Normativa y Enlace Judicial del Ministerio de Seguridad de la Nación, a Radio Rivadavia, Gallo ingresó a Venezuela de manera legal con el propósito de visitar a su esposa y su hijo, quienes residen allí.
En su viaje desde Colombia, cruzó la frontera venezolana a través del Puente Internacional Francisco de Paula Santander, en Táchira.
Sin embargo, al llegar, las autoridades venezolanas le incautaron el teléfono móvil, en el cual habrían encontrado mensajes de su esposa criticando al régimen de Maduro.
"Una persona fue detenida. Te metes en su Instagram, viaja por todo el mundo, pero su sueldo es de 500 dólares. ¿Qué venía a hacer a Venezuela? ¿Cuál era su tarea? Eso no lo dicen", afirmó Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia de Venezuela sobre la razón de la detención, dando a entender que el gendarme iba "a cumplir una misión" en ese país.
El secuestro de Gallo es calificado por el Gobierno argentino como un delito de lesa humanidad, en vista de las condiciones extremas del lugar donde se cree que está detenido, El Helicoide, un edificio vinculado a los servicios de inteligencia venezolanos.
El centro comercial de Venezuela que se convirtió en un sitio de detención.
Soto describió este sitio como un "campo de concentración", en el que se realiza una persecución política sistemática contra aquellos que se oponen al régimen.
Soto también aprovechó la oportunidad para criticar el sistema político venezolano, calificándolo como una "mentira" en cuanto a su democracia. Además, protestó que el poder judicial está completamente controlado por el régimen de Nicolás Maduro y que las elecciones son fraudulentas.
En respuesta al secuestro, las autoridades argentinas exploran diversas vías diplomáticas para la liberación de Gallo.
Soto mencionó que el Gobierno buscará mediadores internacionales y que Argentina está en contacto con los gobiernos de Colombia y Brasil para intentar resolver la situación, dada la compleja relación diplomática entre Venezuela y nuestro país.
