El comisionista Víctor de Aldama ha desgranado en su cita en el Tribunal Supremo un presunto sistema de corrupción en el seno del Ministerio de Transportes, en el marco del cual introducía constructoras para que éstas se adjudicaran obras millonarias. A cambio, los implicados en esta presunta red percibían comisiones que, según ha dicho, oscilaban entre el 1 y el 1,5 por ciento por obra. El importe global ascendió hasta cerca de los 4 millones de euros.
Fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio confirman a LA RAZÓN que el cabecilla del caso Koldo ha ampliado la confesión que protagonizó el pasado 21 de noviembre en la Audiencia Nacional, especialmente en lo relativo al cobro de dádivas a cambio de adjudicaciones de obra pública; en su mayoría a constructoras cercanas a la trama.
Aldama incluso ha aportado un pantallazo de una conversación de Whatsapp que evidenciaría estos amaños que habrían tenido lugar antes de pandemia. El documento que ha entregado en el alto tribunal se lo facilitó Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos, y demostraría que estos contratos millonarios estaban pactados para que fueran a parar a firmas amigas, como es el caso de Levantina. "Ellos marcaban las obras", ha especificado durante su interrogatorio.
Según la dinámica descrita, él hacía de 'enlace' entre las mercantiles y el Ministerio de Transportes llegando a percibir, a cambio, pagos en metálico, En algunas ocasiones incluso se benefició de esta mediación con obras en sus propias viviendas y locales, según ha especificado. En concreto, una de las firmas le hizo obras en su club de Sevilla. El vínculo con estas mercantiles era tal que llegó a interponer su empresa Deluxe Fortune S.L para canalizar las mordidas de estas adjudicatarias.
En otras ocasiones el pago se camuflaba con conceptos falsos como 'asesoría'. En cualquier caso se llevaban un porcentaje por obra que podía llegar al 1,5%, siendo que en muchas ocasiones lo entregaba la propia empresa a los implicados en el Ministerio. Se trata de dádivas que nada tienen que ver con el pelotazo de las mascarillas por el que se abrieron estas diligencias y con el que se anotaron contratos de emergencia por importe total de 54 millones de euros. La Fiscalía Anticorrupción sostiene al respecto que solo por esta operación Aldama percibió una comisión de 6,5 millones de euros, gran parte de la cual desvió a sociedades radicadas en Portugal.
En relación con el reparto de estos supuestos fondos opacos, el conseguidor ha precisado que no toda la parte en metálico se la derivó a Koldo García, sino que también hizo entregas a Ábalos. En concreto, ha desvelado que le dio 170.000 euros en metálico. Las entregas se hicieron en tres ocasiones en el barrio de el Viso (donde Ábalos residió mientras fue ministro de Transportes), mientras que en otras cuatro o cinco se efectuaron directamente en el propio Ministerio. Al hilo, ha añadido que Koldo, entonces asesor del exdirigente socialista, también le entregó pagos en metálico a su jefe.
De esta forma Aldama ha ampliado la confesión iniciada en noviembre en la Audiencia Nacional, cuando desveló pagos opacos a dirigentes del PSOE, como el actual secretario de organización, Santos Cerdán. Este lunes ha vuelto a reiterar que recibió una partida de 15.000 euros en un sobre que le entregó Koldo García en mano en un bar en frente de la sede del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz. Del mismo modo, ha recordado que Carlos Moreno, jefe de gabinete de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, recibió otro sobre de 25.00 euros para que mediara a favor de una empresa cercana a la trama, Pilot Real Estate, a la que consiguieron con éxito el aplazamiento de una deuda.
