El 2024 ha resultado un año "de recoger frutos" para Çantamarta. El proyecto que parte del rap para agrupar otras sonoridades cadenciosas estrenó su nuevo disco, Pasarela, el pasado octubre, que ha permeado de una "energía bien bonita, muy reponedora" a sus tres integrantes, LuisLo, Benito y Omar.Con 10 canciones, Pasarela demuestra el enfoque del ensamble: la exploración. "Nos gusta que sea una constante, pero hemos logrado consolidar un sonido propio; ya tenemos ciertos códigos más afianzados respecto a lo que vamos a hacer ahora", dicen los músicos, que en sí mismos combinan lo latino con lo ibérico: son dos andaluces y un colombovenezolano.En esencia, el disco es una mezcla dereferencias, que van de una champeta a una salsa, con una base de hip hop ligero. "Una unión entre cosas que no deberían estar tan cercanas", reconocen."Se fue dando de manera muy natural. Al fin y al cabo, la propia naturaleza del grupo es el encuentro, la unión, la mezcla de lo que somos cada uno", agrega el tridente.El pegamento deÇantamarta, más allá de gusto por los sonidos, es la amistad, que con el tiempo se fortalece: "Somos un grupo muy intercultural, nuestra forma de ser está marcada por sonidos que nos diferencian bastante, y la curiosidad de cada uno nos caracteriza". View this post on Instagram A post shared by ÇANTAMARTA (@santamarta._)
Los tres reconocen que son diferentes mentes creativas, pero también unen ciertos valores-aspectos: "La sensibilidad, el respeto, el amplio bagaje de cada quien"."Esta amistad tiene muchísima hermandad, entre nosotros la hemos cuidado mucho. Los amigos son como la familia que uno escoge, gente que te encuentras en tu vida que te aportan algo en un momento concreto".La banda, que ostenta más de 400 mil oyentes mensuales en Spotify, acentúa que la "responsabilidad" consigo misma y sus fans es" lo más complicado de mantener". Pero a su favor juega "la naturalidad con lo que nos unimos, lo que nos unió es el amor al arte"."Aunque es cierto que conforme vas profesionalizando tu labor tienen que entrar en juego ciertas dinámicas que son un poco más frías, más estáticas, y son necesarias para sobrevivir en este mundo".Ante las redes sociales,Çantamarta entiende que crear contenido "forma parte de nuestra chamba" en pos de la difusión de su trabajo, pero sabe que "puede llegar a ser desgastante, pero cuando le pillas el truco al final hasta lo disfrutas. Se convierte en una herramienta muy potente para que la gente conecte contigo".¿Y cuál es la máxima aspiración de los músicos interculturales? "El proyecto puede llegar a un lugar muy grande, que depende de muchos factores, pero nos vemos en el circuito de los Grammy, nos vemos girando. ¡Queremos globalizar la marca! Y seguir ganando gente".Al cierre de la charla vía Zoom con MILENIO, la agrupación destaca el mensaje por el que pugna: "Con la música tienes un poder grande para hacer cosas, y no hay que ignorarlo. Es un punto importante a tener en cuenta, que hay gente que sale de situaciones complicadas a base de escuchar un tema en bucle".hc