Enrique Castillo, excanciller y exministro de Justicia, se convirtió en el primer precandidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN) de cara a los comicios nacionales del 2026, al formalizar su inscripción ante el Tribunal de Elecciones Internas de la agrupación verdiblanca.
Castillo había expresado la intención de postularse desde setiembre pasado. Sin embargo, oficializó sus aspiraciones luego de que el PLN publicara, el pasado 13 de diciembre, la convocatoria al proceso de escogencia de su próximo candidato a la Presidencia de la República.
Según un comunicado de prensa emitido la mañana de este lunes, el exjefe de la diplomacia costarricense agendó una cita con las autoridades liberacionistas para el próximo 24 de enero con la intención de presentar formalmente sus atestados.
Castillo afirmó que su decisión de postularse surge tras reflexionar sobre las necesidades del país y escuchar las inquietudes de los militantes del partido. Según explicó, en las últimas semanas ha sostenido consultas con liderazgos distritales que lo han alentado a asumir el reto de representar al PLN.
“Hoy más que nunca el liberacionista, pero sobre todo el costarricense, requiere de un liderazgo de cambio, pero un cambio tranquilo, un cambio que, de la mano de la juventud, las mujeres, los líderes comunales, deportivos, las fuerzas en los barrios y otros gremios y sectores nos renueven las esperanzas”, afirmó.
Indicó que su propuesta se fundamenta en un estilo de liderazgo enfocado en el diálogo y el respeto, rechazando cualquier tipo de amenaza o acción que pueda comprometer la institucionalidad democrática del país.
Asimismo, aseguró que, de resultar electo candidato oficial del PLN, asumirá el compromiso de liderar Costa Rica con responsabilidad, respaldado por su trayectoria política.
Castillo, de 79 años, es abogado, economista y sociólogo. Durante las administraciones de Óscar Arias y Laura Chinchilla, ejerció como embajador de Costa Rica ante la Organización de Estados Americanos (OEA), donde en 2010 tuvo un papel destacado al defender al país en los debates frente al actual canciller de Nicaragua, Denis Moncada, tras la invasión a isla Calero.
Posteriormente, en la administración Chinchilla fue nombrado canciller y, desde ese puesto, presentó en el 2014 una demanda contra Nicaragua, ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Países Bajos, para delimitar los límites marítimos nacionales.
En la década de los 90, también ejerció como ministro de Justicia y, en la administración de Luis Guillermo Solís, trabajó como embajador en el Reino Unido.