Al menos 119 muertes se han registrado en Bolivia en 2024 como consecuencia de la minería ilegal. Esta cifra representa un alarmante aumento con respecto a años anteriores. La mayoría de estas muertes se han producido en explotaciones ilegales o no reguladas, donde las condiciones de trabajo son extremadamente peligrosas, según explicó el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) Potosí, Marco Antonio Dávalos, en cuya jurisdicción se registraron 113 óbitos.