En España hay 192.346 personas nacidas en China, según datos recogidos por Statitsa en 2023. Su presencia en nuestro país cada vez es más notable, mostrando cada vez más su cultura milenaria como ocurrió en el desfile del Año Nuevo Chino, que congregó a más de 40.000 personas en el madrileño barrio de Usera. En dicho desfile, hubo más de mil participantes (artistas, alumnos del Instituto Confucio de Madrid y de colegios del distrito y agrupaciones de la comunidad china de Madrid) ataviados con vestimentas tradicionales que hicieron disfrutar a los presentes con bailes, cuentacuentos y demostraciones de artes marciales.
Las personas chinas que viven en nuestro país tradicionalmente han trabajado principalmente en dos negocios, los bazares y la restauración. En Madrid, la inmensa mayoría de este tipo de tiendas son propiedad de personas de dicha nacionalidad. También es muy habitual que sean los propietarios de bares en grandes ciudades, más allá de los restaurantes de comida típica de su país. Jia Junyin, un chino que vive en España, explica con un vídeo en TikTok, donde suma más de 120.000 seguidores, los motivos por los que la mayoría de sus compatriotas trabajan en estos negocios.
"No les queda más remedio", es una de las razones principales, según explica Jia Junyin en TikTok. "No hablan el idioma, no pueden encontrar un trabajo mejor para ganarse bien la vida, que por eso han venido aquí, si no lo hacen, se quedan en China", amplía. Su razonamiento es bastante lógico: "Un bar no hace falta que aprendas muchos idiomas, aprendes a decir café con leche y a poner la cerveza y es rentable porque todos a los españoles, normalmente, les gusta ir a los bares".
Algo similar ocurre con los bazares, como comenta con un toque humorístico: "No tienes que aprender el idioma, dices fondo derecha y ya está". El precio de los productos también influye a la hora de abrir bazares: "Los productos en China son mucho más baratos que aquí, traer los productos es barato". Pese a ello, explica que la razón fundamental es el idioma.
"Si tu quieres abrir un bar para ganar dinero y yo tengo 1.000 euros, te lo presto", afirma, añadiendo que está muy arraigado prestarse dinero entre ellos. Es un gesto solidario, pero mirando a una rentabilidad futura, según explica: "Yo te lo presto para que el día de mañana, si el bar te va bien y el día de mañana yo quisiera abrir un bar, me preste dinero. A lo mejor ha ganado dinero y me presta 3.000 euros y puedo abrir uno con terraza y gano más dinero". En resumen, "es una bola que va girando". Esto suena muy bonito, pero, como cuenta, no todo es así: "Hay cosas más turbias".
Este mismo usuario explica en TikTok el motivo. Explica que una gran mayoría de chinos mayores opta por volver a China para pasar sus últimos años y ser enterrados en su país natal. Esta decisión, profundamente arraigada en las generaciones más tradicionales, responde a un deseo de morir en su patria, una costumbre común en las generaciones más mayores de esta comunidad. Es habitual que estos emigrantes tengan sus lápidas y cementerios preparados en China.
La expresión estereotípica "trabajo de chinos" hace referencia a tareas difíciles y que implican mucho tiempo y esfuerzo, y les fue asociado a los ciudadanos de origen chino por su famosa reputación como trabajadores minuciosos e incansables. Sin embargo, Amanda, una tiktoker china, afirma que esto está cambiando: "Al final, mi generación ya ha estudiado en la universidad, que ya tiene otras oportunidades y otra mentalidad".