El derbi de Manchester disputado este domingo dejó a Pep Guardiola desolado. El Manchester City, que parecía tener el control del partido, acabó sucumbiendo ante un Manchester United que, en dos minutos fulgurantes, logró darle la vuelta al marcador. Los visitantes se impusieron por 1-2, dejando al técnico español con una sensación de impotencia y frustración al término del encuentro.
El partido se desarrollaba con dominio del Manchester City, que se adelantó gracias a un gol de Josko Gvardiol. Sin embargo, el United logró reaccionar de forma inesperada en los últimos minutos, cuando Bruno Fernandes convirtió un penalti tras un doble error de Matheus Nunes y, pocos segundos después, Amad Diallo selló la remontada con un gol que dejó al City sin respuesta.
El penalti a favor del United llegó tras una jugada desafortunada de Nunes, quien, en un intento de despejar, cometió dos errores consecutivos que terminaron en la pena máxima. En ese instante, Guardiola mostró su desesperación en la banda, consciente de que los errores individuales estaban costando caro a su equipo. A pesar de su frustración, el técnico catalán salió en defensa de su jugador tras el partido, asegurando que la culpa no recaía únicamente en Nunes.
En declaraciones a la BBC tras el encuentro, Guardiola no pudo ocultar su decepción. "No hay mucho que decir. No hubo defensa, fueron increíblemente persistentes", afirmó. El técnico reconoció que la derrota fue culpa del equipo: "En dos temporadas no habíamos perdido tantos partidos. No podemos defender eso. No se trata de tal o cual jugador. Regalamos goles, es culpa nuestra. No jugamos con tranquilidad. Los resultados no son buenos. Conozco la situación, la entiendo, pero la realidad es esta".
Guardiola también se mostró comprensivo con Nunes, quien jugó fuera de posición como lateral derecho: "No se trata de Matheus [Nunes], jugó muy bien en una posición que no es la suya, como lateral. No se trata de eso, pero tenemos que jugar mejor. Sólo podemos seguir adelante", señaló.
El entrenador del Manchester City fue autocrítico y no dudó en señalar su responsabilidad en la situación que atraviesa su equipo. "No soy lo suficientemente bueno. Soy el jefe, el entrenador, tengo que encontrar soluciones y hasta ahora no lo he hecho. Esa es la realidad", confesó Guardiola. Para el técnico, los dos goles regalados al United fueron determinantes: "Les regalamos dos goles. Pero esta no es la peor derrota en mis nueve años en el cargo. Las derrotas en Champions son más duras".
Sin embargo, Guardiola fue claro en su diagnóstico sobre el momento del equipo: "No jugamos con la calma y la seguridad que necesitamos. Es difícil explicar, pero tenemos que mejorar. Y lo que necesitamos ahora es seguir adelante, aprender de esta derrota y trabajar más duro".
La derrota ante el United es solo el último capítulo de una racha preocupante para el Manchester City. Desde el 1 de noviembre, el equipo ha sido el peor de la Premier League en cuanto a puntos por partido, con un promedio de apenas 0,57 puntos por encuentro. Esta cifra es incluso inferior a la del Southampton, que promedia 0,67 puntos por partido, una estadística alarmante para un equipo de la talla del City.