La Plaza Pescadería de Granada tiene desde hace varios años un olor muy especial a dulce casero. En el número 7 de este enclave encontramos la primera tienda de «La tarta de la madre de Cris», aunque rápidamente se expandió a Sevilla -cuyos locales regenta Marta Orta-, Málaga y Madrid. Un comercio familiar dedicado casi exclusivamente a la venta de tartas de queso, resultado exitoso de mezclar materiales de primera calidad con una elaboración artesanal diaria y «mucho amor».
«La tarta de la madre de Cris» nació en 2014 en la capital granadina de la mano de una profesora de Lengua y Literatura jubilada, Pilar Molina (la madre de Cris), y sus hijas Cristina y Marta Orta. Digamos que todo empezó como una broma que se convirtió en un negocio con seis locales, presencia en restaurantes de toda España y que hoy emplea a más de 50 personas.
Además de las tartas de queso tradicionales, en los locales -y a través de delivery a toda España- también se pueden adquirir postres caseros como cookies; brownies; tartas de zanahoria; de queso curado; de queso y lotus; de queso, chocolate blanco y pistacho; o de queso azul, entre muchas otras.
Marta Orta regenta los locales de la capital hispalense y, junto a su familia, es una de las grandes protagonistas de una historia que comenzó en un pequeño garaje. En una entrevista a LA RAZÓN, explica cómo surgió este negocio, su trayectoria y la clave del éxito.
¿Recuerda cuándo fue la primera vez que probó la tarta de su madre?
Perfectamente. Yo había probado la tarta de La Viña, en Donosti. Me gustó tanto que busqué la receta y la hice, pero algunas cantidades no estaban bien y la tarta no salió. Le pedí ayuda a mi madre y me dijo «esa tarta la hacía yo». Sacó el cuaderno de recetas de mi abuela, buscó la de tarta de queso y la hicimos. A partir de ahí se convirtió en un clásico. Era el postre estrella para cualquier celebración.
¿Cuándo surgió la idea de que todo el mundo tenía que probarla?
Los amigos de mi hermana animaron a mi madre. Se lo dijeron de broma, pero le emocionó la idea y la convirtió en realidad.
Realmente es el sueño de cualquier hijo que adore la comida de sus padres…
Lo que resulta un sueño es pasar tiempo con la familia. Antes de esto yo vivía y trabajaba en el extranjero. Con suerte veía a mi familia tres veces al año. Ahora, no.
¿Dónde comenzó todo? He leído que este proyecto tomó forma en un garaje...
Sí, convirtieron el garaje de casa de mis padres en un obrador. Se hizo una pequeña obra para que cumpliera con la normativa y poder elaborar las tartas desde casa. Nunca pensamos que se fuera a quedar pequeño tan pronto.
Trabajó como arquitecta y vivía fuera de España. ¿Qué le motivó a dejar esa carrera e involucrarse en este proyecto familiar?
Fue todo un poco casual. A raíz de la Covid volví a España. Una vez aquí me di cuenta de todo el recorrido que tenía el negocio y que era un buen momento para crecer. Me metí en esto como algo temporal, pero me he ido enganchando y ya no veo el momento de salir.
Comenzó en Granada y siguió en Sevilla, Málaga, Madrid… ¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentó al introducir la marca en Sevilla?
La acogida por parte de los sevillanos ha sido increíble. En menos de dos años estábamos inaugurando la segunda tienda porque con el primer local ya no daba para suplir la demanda que teníamos.
Y con tanto éxito...¿Tienen pensado abrir nuevas tiendas?
No hay un plan de expansión trazado, pero siempre estamos abiertos a las oportunidades que puedan surgir.
¿Qué ha significado para usted trabajar junto a su madre y su hermana en este proyecto familiar?
Un cambio de vida radical.
¿Qué tiene de diferente la tarta de queso de Pilar?
Como tarta casera, nada especial, pero mantener las materias primas y los procesos artesanales del primer día pese a hacer cientos de tartas diarias es lo que marca la diferencia de nuestro producto dentro del mercado.
[[QUOTE:PULL|||«Nos diferencia la materia prima y el proceso artesanal del primer día»|||Marta Orta]]
¿Cuáles son los sabores que más se demandan?
La tarta de queso clásica, que es la originaria «tarta de la madre de Cris» sigue siendo la reina de todas.
¿Llegan turistas internacionales buscando estas tartas?
Sí, muchos. Hace poco una clienta coreana me enseñó un montón de reseñas sobre nosotros en Naver Blog, el Google Maps coreano. Hoy día, con las redes sociales, el «boca a boca» llega muy lejos.
[[QUOTE:PULL|||«Hay reseñas hasta en Naver Blog, el Google Maps coreano»|||Marta Orta]]
¿Cuántas tartas se elaboran al día entre todas las sedes?
Muchas. Todas se elaboran en el mismo obrador y luego se reparten. También trabajamos con numerosos restaurantes.
¿Cuál es la clave del éxito?
La calidad del producto es innegociable.