Málaga, con su clima templado y su vibrante vida cultural, se convierte en un destino ideal para disfrutar de la Navidad. Cuando llegan estas fechas, la ciudad se transforma en un escenario que parece recién salido de un cuento. Su espectacular iluminación, que brilla con especial intensidad en su bulliciosa y conocida calle Larios, atrae a infinidad de curiosos todos los años por estas fechas. Visitantes y malagueños se congregan en este concurrido lugar, epicentro de la magia de la Navidad, para presenciar el momento del encendido y disfrutar de un increíble espectáculo de luz y música al aire libre. Un regalo para la vista y el resto de los sentidos de cuantos pueden permitirse el lujo de contemplarlo.
Los mercadillos navideños y los comercios tradicionales del Muelle 1, con una amplia variedad de productos de decoración y detalles preciosos para regalar, también son un importante reclamo para los visitantes.
Pero si hay un atractivo de este destino que marca la diferencia durante la Navidad (y en cualquier otro momento del año) es su deliciosa gastronomía. La variada cocina de Málaga, que combina tradición andaluza con toques creativos, se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. Y nada mejor para impregnarse de sus increíbles sabores que reservar en el hotel Molina Lario y el restaurante Matiz, que han diseñado una oferta gastronómica inmersiva y exquisita.
Ubicados en una situación privilegiada, junto a la Catedral de Málaga y a un minuto de la concurrida calle Larios, estos establecimientos se disponen a ofrecer diversas fórmulas gastronómicas para que grupos, familias, amigos, parejas... puedan descubrir la ciudad desde la autenticidad, a través de la gastronomía y con rutas que van desde la Catedral hasta el Muelle 1, pasando por el Teatro Romano, la Alcazaba y el Paseo del Parque.
Myriam Ortiz, directora del hotel Molina Lario, asegura que han creado unas experiencias completas para que todos los visitantes puedan llevarse un recuerdo inolvidable de su paso por Málaga. No han dejado nada al azar. «Damos opciones para disfrutar del ocio, la cultura y la gastronomía tanto a grupos que buscan un espacio céntrico y singular, como a familias y amigos que descubren la ciudad desde una perspectiva «foodie», de proximidad y que buscan la esencia local», explica.
Como no podía ser de otra manera, el restaurante Matiz, conocido por su gastronomía vinculada a Málaga con detalles originales y especiales, ofrece menús navideños (con precios a partir de los 52 euros por persona) elaborados con ingredientes de proximidad, vinos de la tierra y productos de orgullo local como el atún rojo, los ibéricos de la Dehesa de los Monteros, el chivo malagueño y el queso payoyo.
Además de las exquisiteces que se preparan en sus fogones, también resulta muy apetecible saborear cualquiera de los cócteles que elaboran sus bartenders delante del comensal, invitando a disfrutar del momento del aperitivo, de un «afterwork» o de una cálida sobremesa.
Pero hay más... Su espectacular oferta se completa los viernes por la noche con unas animadas sesiones de Jazz navideño para alargar las sobremesas y poner el broche de oro a una experiencia «foodie» en pleno centro de Málaga.
La Terraza de Molina Lario -que permanece abierta todo el año- ofrece unas vistas imponentes de la Catedral y ya está acondicionada para estas fiestas. Pocos planes resultan tan apetecibles como disfrutar en buena compañía de una impresionante panorámica de la ciudad iluminada para la ocasión. Una visión mágica que pocos deberán perderse. Diversión, buen ambiente, deliciosa gastronomía, cócteles de autor y, por supuesto, espíritu navideño se dan la mano para que todos los huéspedes y visitantes se queden con un sabor de boca inmejorable.