Javier Gutiérrez, enfermero sevillano en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona desde hace una década, es uno de los 212 sanitarios que no han obtenido plaza fija en Cataluña al no acreditar el nivel de catalán requerido por el Institut Català de la Salut (ICS), según ha desvelado el diario EL MUNDO.
A pesar de su experiencia como interino durante seis años, su incapacidad para superar el examen de catalán le ha llevado a decidir abandonar Cataluña y regresar a Andalucía. "Es frustrante y te sientes inferior", afirma a EL MUNDO Gutiérrez, quien lamenta que se priorice la lengua frente a la experiencia profesional.
El ICS ofrecía 12.000 plazas fijas para reducir la temporalidad en las Administraciones Públicas, según la Ley 20/2021. Sin embargo, los 212 sanitarios afectados no lograron acreditar un nivel B2 o C1 de catalán, un requisito excluyente para acceder a la condición de funcionario.
Este criterio, criticado por su opacidad y desconexión con el ámbito sanitario, ha generado controversia. Algunos candidatos fueron inicialmente incluidos como aprobados debido a un error administrativo, pero posteriormente excluidos tras una corrección impulsada por el sindicato UGT.
A pesar de que el ICS asegura que los interinos pueden mantener sus plazas temporales, profesionales como Sandra Morales, administrativa con 18 años de experiencia, temen perder su puesto. Críticos como Ángel Escolano, de Convivencia Cívica Catalana, consideran esta política "arbitraria e injusta", mientras el PSC y partidos independentistas defienden el catalán como requisito esencial en la función pública.
