El alcalde de Nueva York, Eric Adams, aseguró que la ciudad colaborará con las políticas de deportación anunciadas por Donald Trump. Tras una reunión con Tom Homan, designado zar de la frontera por el presidente electo, Adams dejó claro que Nueva York no será un refugio para quienes cometan delitos.
“Vamos a perseguir a los inmigrantes que están cometiendo crímenes. No seremos un refugio seguro para aquellos que dañan a personas inocentes, ya sean inmigrantes o neoyorquinos”, declaró Adams durante una rueda de prensa. La reunión con Homan, aunque privada, dejó en evidencia puntos de consenso entre ambos, especialmente en la necesidad de identificar y deportar a individuos con antecedentes criminales.
Nueva York ha sido históricamente una “ciudad santuario”, lo que significa que las agencias locales no colaboran directamente con las autoridades de inmigración. Sin embargo, Adams indicó que su equipo legal ya evalúa cómo modificar este estatus para permitir la cooperación con las deportaciones de inmigrantes con historial delictivo.
“Estamos revisando nuestras opciones legales para asegurarnos de mantener la seguridad en nuestra ciudad. Aquellos que cometen actos violentos no tienen cabida aquí”, afirmó Adams, al tiempo que garantizó a los inmigrantes respetuosos de la ley que continuarán recibiendo los servicios de la ciudad.
Nueva York ha acogido a más de 200.000 inmigrantes en los últimos dos años, principalmente provenientes de Venezuela. Esta población ha recibido albergue, alimentación, atención médica y educación para sus hijos, lo que ha generado críticas por parte de Trump, quien considera que estas políticas afectan negativamente la economía local.
Tom Homan, exdirector de ICE y conocido por su mano dura en temas migratorios, dirigirá la operación de deportaciones anunciada por Donald Trump. Esta sería la mayor operación de este tipo en la historia del país. Según lo expresado por Homan, las acciones comenzarán en Chicago el 21 de enero, un día después de la toma de posesión del presidente electo.
Durante la reunión con Adams, Homan reafirmó su compromiso con la identificación y deportación de personas con registros criminales. Aunque el funcionario no participó en la rueda de prensa, Adams señaló que ambos comparten el mismo objetivo de proteger a las comunidades.
El alcalde también dirigió un mensaje a los inmigrantes sin documentos legales, buscando calmar los temores generados por la política de deportaciones masivas. Adams subrayó que aquellos que respeten las leyes no deben temer: “Los inmigrantes que viven de manera pacífica pueden seguir utilizando los servicios de la ciudad. La atención médica, la educación y la protección pública seguirán disponibles para ellos”.
Sin embargo, advirtió que los individuos con conductas delictivas enfrentarán medidas severas. “No permitiremos que nadie, sea ciudadano o indocumentado, altere la seguridad de nuestros vecindarios”, reiteró Adams.
