El presidente electo Donald Trump ha revelado detalles de su plan para llevar a cabo la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos. Desde redadas en lugares de trabajo hasta la posible eliminación de políticas que protegían a inmigrantes en áreas consideradas "sensibles", este plan genera gran preocupación entre las comunidades inmigrantes.
El enfoque inicial del programa será en inmigrantes con antecedentes delictivos, pero Trump también ha indicado que, tras esta etapa, se extenderá a personas sin antecedentes penales. Las declaraciones han encendido alarmas entre las familias inmigrantes, especialmente aquellas con estatus migratorio mixto, quienes enfrentan un riesgo significativo de ser separadas o deportadas juntas.
La primera ciudad donde se ejecutará este plan será Chicago, conocida por su alta población inmigrante. Según Tom Homan, designado como "zar" de la frontera, el despliegue de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) comenzará el 21 de enero de 2025. Durante una visita a la ciudad, Homan declaró: "Habrá muchos agentes del ICE en Chicago buscando criminales y pandilleros. Esto sucederá, pueden contarlo."
Aunque el enfoque inicial estará en inmigrantes con antecedentes criminales, Trump ha señalado que las redadas se ampliarán a otros grupos. No ha detallado cuáles delitos justificarán la deportación, pero enfatizó que las operaciones se llevarán a cabo bajo una interpretación estricta de las leyes migratorias.
Los inmigrantes procedentes de México, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Honduras, Haití y El Salvador estarían entre los más afectados, especialmente si programas como DACA, el TPS o el Parole Humanitario son eliminados. Estos programas han brindado protección temporal a millones de personas, y su posible cancelación podría dejar a muchos en un estado de limbo migratorio.
Trump ha señalado que no desea separar a las familias, pero indicó que en casos de estatus migratorio mixto (donde algunos miembros son ciudadanos legales y otros no), las familias tendrán que elegir entre quedarse separadas o salir del país juntas. Según Trump, "La única forma de mantener a las familias unidas es enviarlas a todas de regreso."
Esta postura recuerda a la política de "tolerancia cero" de su primer mandato, que resultó en la separación de familias en la frontera. Sin embargo, Trump aseguró que no tiene planes de revivir esa política. Para evitar la separación familiar, las familias en riesgo deben prepararse con documentos importantes como actas de nacimiento, certificados de matrimonio y conocer sus derechos legales.