El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, fue destituido este sábado por el Parlamento tras su intento de imponer la ley marcial el pasado 3 de diciembre de 2024. Este acontecimiento ha desatado una crisis política inédita en el país, que generó una ola de protestas masivas. La decisión del Parlamento, que alcanzó una mayoría significativa de votos, refleja el creciente malestar político y social hacia la gestión del presidente Yoon.
Yoon, quien ya enfrentaba una creciente oposición debido a su baja popularidad, sorprendió a la nación con su decisión de enviar tropas al Parlamento para impedir una sesión clave sobre los presupuestos del Gobierno. A pesar de la justificación del mandatario sobre las "amenazas" externas de Corea del Norte, la medida fue vista como una acción autoritaria que desbordó la paciencia de la población y la clase política, desencadenando su destitución.
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El Parlamento de Corea del Sur aprobó la destitución de Yoon Suk-yeol tras su intento fallido de imponer la ley marcial. El presidente declaró el 3 de diciembre que enviaría al ejército al Parlamento para evitar que los diputados pudieran reunirse, argumentando que la medida era necesaria para frenar lo que consideraba una conspiración interna de la oposición. En su discurso, Yoon acusó a sus rivales políticos de ser "fuerzas antiestatales" y aseguró que la ley marcial era un mecanismo para proteger a la nación de las "amenazas de Corea del Norte".
El rechazo inmediato de la ley marcial por parte del Parlamento surcoreano y las masivas protestas populares llevaron a los legisladores a presentar una moción de censura. Esta fue aprobada por 204 votos a favor, 85 en contra, y con tres abstenciones. Aunque la moción de censura fue inicialmente rechazada el 7 de diciembre, esta nueva votación logró los votos necesarios para destituir al presidente.
La destitución de Yoon Suk-yeol fue el resultado de una votación en el Parlamento que dio lugar a su suspensión temporal. Con 204 votos a favor y 85 en contra, el presidente fue destituido bajo cargos de insurrección. A pesar de esta victoria legislativa, Yoon Suk-yeol sigue siendo oficialmente presidente, pero se encuentra suspendido mientras espera la validación de su destitución por parte de la Corte Constitucional. La Corte tiene un plazo de 180 días para tomar una decisión definitiva sobre el futuro del mandatario.
El primer ministro Han Duck-soo asumirá el cargo de presidente interino mientras se resuelve el proceso judicial. Han ha prometido una gobernanza estable y la continuación de las políticas del gobierno, mientras que la población sigue dividida sobre la decisión. Al menos 200.000 personas se congregaron frente al Parlamento para celebrar la destitución, mientras que otros 30.000 manifestaron en apoyo a Yoon.
La Corte Constitucional de Corea del Sur será la encargada de decidir si la destitución de Yoon Suk-yeol se ratifica o se revoca. En el caso de que la Corte confirme la destitución, Yoon se convertirá en el segundo presidente de la historia surcoreana en ser removido del cargo por medio de una votación legislativa, tras el caso de Park Geun-hye en 2017. Sin embargo, también existe el precedente de la destitución del presidente Roh Moo-hyun en 2004, que fue anulada por la Corte en un fallo posterior.
