El embargo que Estados Unidos ha impuesto por décadas sobre Cuba es un caso único. Por su duración y efectos, ha sido la medida más cruel e inhumana jamás tomada contra un pueblo en la historia. Formalmente, EE.UU. justifica el embargo al juzgar que en la isla no hay democracia y que el gobierno es enemigo del pueblo. Además, desde 1982, bajo la presidencia de Reagan considera a Cuba como un país «patrocinador del terrorismo».