El Bundesbank revisó este viernes a la baja sus perspectivas económicas para Alemania al prever una caída del producto interno bruto (PIB) del 0,2% este año y un crecimiento del 0,2% para 2025.
El banco central germano empeoró ambas estimaciones, dado que en junio auguró un crecimiento para 2024 del 0,3% y del 1,1% para 2025. Estos datos abocarán a la locomotora europea a su segundo año consecutivo en recesión, ya que en 2023 se anotó un -0,3%. Asimismo, el PIB se expandirá en 2026 un 0,8%, seis décimas menos, para acelerar de nuevo en 2027.
“La economía alemana no solo se enfrenta a vientos en contra, sino también a problemas estructurales”, señaló el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel. El informe revela que la industria, las exportaciones y la inversión se han visto especialmente afectadas.
“El mercado laboral también está respondiendo ahora de manera importante a la prolongada debilidad de la actividad económica”, añadió Nagel, quien indicó que esta circunstancia está pesando sobre el consumo privado.
En este sentido, aunque el consumo aumentará de forma constante, lo hará por debajo de lo previsto, en parte, por las dificultades provenientes del empleo. Se espera que las exportaciones crezcan de forma “gradual”.
Nagel también apuntó que, actualmente, el mayor factor de incertidumbre para Alemania proviene de las tendencias proteccionistas a nivel mundial, haciendo referencia al plan arancelario defendido en campaña por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Del lado de la inflación, el Bundesbank anticipó que esta retrocederá “ligeramente” a pesar de la caída de la demanda. Así, la inflación alcanzará el 2,6% el próximo año y seguirá moderándose, hasta situarse en el 1,6% en 2025, para escalar una décima para 2026. El índice registrará unas tasas del 1,2% en 2026 y del 1,9% en 2027.