El 13 de mayo de 2022 se tomó en los despachos del RCDE Stadium (o en alguno de alguna oficina de la lejana China) una de las peores decisiones de la historia reciente del
Espanyol. Con dos jornadas por disputarse para que finalizase LaLiga 2022/23, el conjunto blanquiazul anunció la destitución de
Vicente Moreno (junto a la del director deportivo
Rufete, que es un caso del que habría que hablar a parte), el técnico que había cumplido con el objetivo del ascenso a Primera en su primera temporada y había logrado la permanencia sin apuros y sin merodear por la zona baja en su segundo curso al frente del equipo. Desde entonces, todo ha ido de mal en peor en el
Espanyol, con la excepción de que hace unos meses, sufriendo más de lo debido y teniendo que pasar por un playoff de ascenso de infarto, el cuadro perico regresó a Primera tras volver a pasar por el infierno de Segunda. Pues precisamente ese
Vicente Moreno, un tipo exquisito que solo tiene palabras de cariño hacia el
Espanyol a pesar de lo injusto que se fue con él, se sentará este sábado (14.00 horas) en el banquillo visitante del
RCDE Stadium para dirigir a un
Osasuna al que tiene luchando por clasificarse para competiciones europeas.
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