El fichaje de
Samuel Eto’o por el Barça, tras salir de la cantera del Real Madrid, levantó lógicamente la máxima expectación en el verano del 2004. Con anterioridad, el delantero camerunés no había conseguido hacerse hueco en la plantilla madridista, fue cedido al Leganés y al Espanyol y finalmente al Mallorca, del que voló directamente al Camp Nou.
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