Bulgaria y Rumanía se unirán de manera plena al espacio sin fronteras Schengen desde el próximo 1 de enero de 2025. Desde el pasado 31 de marzo, los dos países se adhirieron de manera parcial. De esta forma se levantaron los controles en las fronteras aéreas y marítimas, pero continuaron los chequeos en los puntos terrestres.
Esta entrada escalonada fue motivada por el veto de Austria, que se negó o a la exención completa de los controles, al considerar que estos dos países no estaban haciendo lo suficiente para controlar los flujos migratorios. Después de que Austria levantase su veto la semana pasada, los ministros de Interior de los Veintisiete reunidos en la capital comunitaria han dado luz verde.
“Este paso importante completa la entrada plena de ambos países en el área Schengen. Esto no solo refuerza el espacio Schengen, sino que reforzará aún más el mercado interior, aumentará los viajes, el comercio y el turismo”, ha saludado el Ejecutivo comunitario. Bruselas ofrecerá apoyo financiero y la asistencia de la agencia de fronteras Frontex a estos dos países para el control de los flujos migratorios.
Esta paso se produce después de que Rumanía se enfrente a una crisis política sin precedentes. El Tribunal constitucional del país ha llegado a anular los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado 24 de noviembre, de las que se proclamó vencedor el candidato prorruso Calin Georgescu. Este veredicto ha tenido lugar después de que el presidente del país, Klaus Iohannis, ordenara la desclasificación de una serie de documentos que apuntan a la injerencia rusa a través de la red social Tiktok.
Tras conocerse estos hechos, Bruselas obligó este pasado jueves a TikTok a “congelar y preservar los datos relacionados con los riesgos sistémicos o previsibles que su servicio podría plantear en los procesos electorales y el discurso cívico en la UE”. La normativa comunitaria obliga a señalar como contenido político la propaganda electoral en redes sociales y prohíbe ganar dinero a través de ella.
Bulgaria y Rumanía entraron en la Unión Europea en 2007. En el año 2011, la Comisión Europea concluyó que los dos países estaban preparados para entrar en Schengen ya que cumplían los requisitos técnicos, pero las capitales europeas no pensaban lo mismo y han estado bloqueando este paso durante todos estos años.
En diciembre de 2022, los ministros de Interior de los Veintisiete dieron luz verde a la entrada dentro del espacio sin fronteras europeo a Croacia a partir del 1 de enero de 2023 y rechazaron, sin embargo, las peticiones de Rumanía y Bulgaria a pesar de que Croacia entró en el club comunitario en el año 2013, seis años después que los dos país antes citados. En ese momento, también Holanda se unió al veto de Austria.
Antes de la entrada de Rumanía y Bulgaria, el espacio Schengen estaban formado por 27 países, de los que 23 son miembros de la Unión Europea mientras otros cuatro no pertenecen al club: Noruega, Islandia, Lietchtenstein y Suiza. Irlanda y Chipre, son los dos únicos países dentro de los Veintisiete que no pertenecen a Schengen.
Ahora mismo el 39,3% del transporte por mercancías de Rumanía tiene lugar por carretera y esta cifra llega hasta el 91% en el caso de Bulgaria. Los controles fronterizos ralentizan el comercio dentro del club comunitario (los camioneros se ven obligados a colas de hasta 7 u 8 horas). Según el Gobierno rumano, el país pierde hasta el 0,5% del PIB en estos controles fronterizos.
