Como viene haciendo desde el año 2012, el Real Instituto Elcano realiza un seguimiento periódico de la imagen y el prestigio de España en el resto del mundo a través del Barómetro de Imagen de España (BIE), con especial atención a la zona que más relevancia tiene para nuestro país, Europa. Además de esa labor de identificación de los rasgos de imagen y de la evolución del prestigio de España, el Real Instituto Elcano utiliza también desde hace años el BIE para recabar información internacional sobre el grado de coincidencia o divergencia con otros países en aspectos de política exterior, prioridades para la acción de la Unión Europea o alianzas internacionales.
El resultado es un informe que incluye tanto aspectos de imagen y valoración como de opinión ante la política internacional. En esta ocasión, la encuesta se ha dirigido a 10 países: los cuatro mayores países europeos occidentales (Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido) más Dinamarca, los Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Rumanía y la propia España. Los países seleccionados lo han sido por diferentes motivos: en unos casos por constituir el núcleo de mayor influencia en Europa, a los que el BIE se dirige con frecuencia (Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido), en otros por ser países cuya imagen de España no ha sido investigada previamente (Dinamarca, Rumanía y Luxemburgo) o países de influencia especialmente relevante en la UE (Bélgica y los Países Bajos).
El número final de entrevistas ha sido de 5.809. Esto supone un margen de error para los datos totales de +/-1,29% para un nivel de confianza del 95,5% y en la hipótesis más desfavorable (p=q=50%).
Los resultados de esta edición no solo reflejan cómo es percibida España en comparación con otras naciones, sino que también destacan los atributos mejor valorados, las críticas principales y la evolución histórica de su imagen.
Asociación espontánea con España y los españoles
España como potencia turística
El BIE es una herramienta clave para entender cómo España es vista en el contexto europeo. Este estudio recopila opiniones de más de 5.800 personas en una escala de 0 a 10, midiendo aspectos como la cultura, el turismo, la calidad de vida, la economía y la política. Además, el informe incluye datos demográficos y compara los resultados de la autoimagen de los españoles con las opiniones de otros países.
En esta edición, España obtuvo una valoración media de 7,0 sobre 10, la más alta entre los países de la muestra, lo que refuerza su posición como un destino atractivo y un país con una imagen cultural y turística sólida. Sin embargo, los resultados también subrayan áreas donde la percepción podría mejorar, como su competitividad económica y la vida política.
Rumanía:
Italia:
Luxemburgo y Bélgica:
Reino Unido:
Francia y Alemania:
El turismo sigue siendo el aspecto más valorado de España. Un tercio de los encuestados en países como Reino Unido y Bélgica han visitado España al menos cuatro veces. Los elementos más mencionados espontáneamente incluyen el clima, las playas y la gastronomía. En términos de puntuación, España obtuvo un 8,2 en turismo por parte de Rumanía y una media global superior a 7,5 en la muestra total.
España es vista como un país con una calidad de vida excepcional, superior a la de la mayoría de los países encuestados. Atributos como la amabilidad de los ciudadanos y la riqueza cultural refuerzan esta percepción.
Figuras como Rafael Nadal y Pablo Picasso se mencionan como embajadores icónicos de España. El deporte es un aspecto prominente, siendo reconocido por todos los países encuestados como uno de los pilares de la imagen española.
A pesar de sus fortalezas culturales, España recibe críticas por su bajo nivel de innovación tecnológica y su percepción como un país con problemas económicos. Dinamarca y los Países Bajos son especialmente críticos en este aspecto, con puntuaciones de 5,3 y 5,6, respectivamente, en "país para invertir".
La vida política de España es el aspecto más criticado tanto por los españoles como por los países europeos. Los españoles otorgan una valoración media de 3,4 sobre 10 a su política nacional, reflejando una profunda insatisfacción.
El informe muestra una mejora constante en la percepción de España desde la crisis del COVID-19. En comparación con la edición anterior, España es el país que más ha avanzado en valoración media, superando a Alemania, Francia e Italia. No obstante, la competitividad económica y la estabilidad política siguen siendo desafíos pendientes.
Rumanía es el país que mejor valora a España, destacando atributos como la calidad de vida (8,6), la producción cultural (7,6) y la fiabilidad (7,9). Según el informe, esta percepción positiva se debe, en parte, a los vínculos históricos y culturales que unen a ambos países, además del papel de la inmigración rumana en España, que ha fortalecido la conexión interpersonal entre sus ciudadanos. En términos de sentimientos, los rumanos muestran altos niveles de simpatía y admiración hacia España, con un 87% calificando las relaciones bilaterales como buenas o muy buenas.
Italia comparte con España una afinidad cultural que se traduce en una valoración media de 7,1. Los italianos aprecian especialmente el turismo, otorgando a España un notable alto (7,8) en esta categoría. Además, ven a España como un referente en la producción artística y en la calidad de vida, pero perciben su economía y sistema político como más débiles que los de su propio país.
Ambos países tienden a valorar menos a España en términos económicos y tecnológicos. Francia, con una valoración media de 6,7, resalta la cultura y el turismo, pero califica negativamente aspectos como la igualdad de género y el nivel tecnológico. Alemania, con una puntuación de 6,6, reconoce a España como un destino turístico y cultural atractivo, pero percibe debilidades en su economía y política.
Estos países valoran de manera positiva la calidad de vida y el turismo en España, pero son críticos con respecto a su nivel de desarrollo tecnológico y atractivo para la inversión. Las puntuaciones medias oscilan entre 6,7 y 7,0, lo que refleja una percepción equilibrada, aunque sin entusiasmos notables.
El Reino Unido, a pesar de su afinidad turística con España, muestra una valoración más baja, con un 6,3 de media. Las áreas de crítica incluyen la economía y la política, aunque destacan atributos como la calidad de vida y el turismo.
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Dinamarca otorga a España una valoración media de 6,9 sobre 10, situándola en un punto medio-alto entre los países encuestados. Aunque es una puntuación favorable, refleja un enfoque más crítico comparado con países como Rumanía o Italia, donde la afinidad cultural es más pronunciada.
Los daneses perciben a España como un país agradable y hospitalario, pero con ciertos límites en términos de fiabilidad como socio estratégico. Este equilibrio entre admiración cultural y críticas económicas configura una imagen dual de España en Dinamarca.
Dinamarca representa un ejemplo de cómo los países del norte de Europa perciben a España: una nación culturalmente rica y atractiva para el turismo, pero que enfrenta desafíos en competitividad económica y política.
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Desde la primera edición del BIE en 2012, la percepción de España ha experimentado altibajos significativos, influenciados por eventos globales como la crisis económica de 2008, la pandemia de COVID-19 y cambios políticos en Europa. En 2024, España es el país que más ha recuperado su prestigio tras la pandemia, superando incluso a Francia y Alemania en términos de mejora de su valoración media.
En 2020 y 2021, la percepción de España sufrió un descenso significativo, con una media de 6,5. Esto se debió a la crisis sanitaria y económica, que afectó especialmente al turismo, uno de los pilares de la imagen del país. Sin embargo, en 2024, la recuperación del turismo y el fortalecimiento de la marca España en sectores como la gastronomía y el deporte han contribuido a una valoración positiva.
El informe proyecta que España tiene el potencial de mejorar su imagen en aspectos económicos y tecnológicos mediante políticas de innovación y sostenibilidad. Además, fortalecer su sistema político podría aumentar la confianza de los europeos en España como un socio estratégico.
Los países del norte de Europa, como Dinamarca y Países Bajos, tienden a valorar a España por su calidad de vida y turismo, pero son más críticos en aspectos económicos. Por el contrario, los países del sur, como Italia y Rumanía, muestran una afinidad cultural más fuerte, destacando la producción artística y los valores compartidos.
Mientras que países occidentales como Francia y Alemania tienen percepciones mixtas, los países del este, liderados por Rumanía, ven a España como un modelo en calidad de vida y cultura.
El turismo es el atributo más fuerte de España, con una media de 7,8 en toda la muestra. Países como Rumanía y Reino Unido son especialmente entusiastas, destacando la diversidad cultural, el clima y la gastronomía.
España es reconocida como un productor cultural de primer nivel. Figuras como Picasso, Dalí y Gaudí refuerzan esta imagen, junto con deportistas como Rafael Nadal. En general, el deporte y la cultura son percibidos como elementos clave del prestigio de España.
A pesar de los avances, España sigue siendo percibida como menos competitiva en estas áreas. Dinamarca y Países Bajos son particularmente críticos, otorgando puntuaciones por debajo de 5,5 en categorías relacionadas con tecnología e inversión.
La vida política es el aspecto más débil de España, con una valoración de 3,4 entre los propios españoles y de 5,1 en la media europea. Este dato refleja una percepción de inestabilidad y falta de confianza en el sistema político.
