Renfe se ha negado a proporcionar la información solicitada a través del Portal de Transparencia sobre cuanto dinero ha abonado en concepto de indemnizaciones por retrasos en el servicio. Las incidencias se han multiplicado en los últimos años y la política de la compañía ferroviaria establece que los pasajeros tienen derecho a una compensación económica en caso de que su tren llegue a destino con una tardanza superior a los límites establecidos. La entidad pública no ha querido especificar la cantidad de dinero destinado a estas devoluciones.
Renfe, a través del director general adjunto a la Presidencia, Estrategia y Relaciones Institucionales de la compañía, Sergio Bueno, ha expresado su negativa a proporcionar dichos datos argumentando que lo solicitado “excede del concepto de información pública” y que atender la petición implicaría “una carga administrativa desproporcionada”.
La información que se solicitaba eran las cuantías abonadas por Renfe en concepto de indemnización desde el 2010 (o desde el año en que se disponga) hasta julio de 2024 o la última fecha disponible, según consta en la resolución, a la que ha tenido acceso Confidencial Digital. La petición también hace referencia a la cantidad de billetes vendidos para ese mismo periodo.
La compañía ferroviaria añade que no procede la confección de informes ni la entrega de bases de datos empresariales. Tampoco la recopilación de registros relativos a un periodo aproximado de 14 años.
La información sobre indemnizaciones, según alega Renfe, podría ser objeto de “lecturas sesgadas”, utilizarse para intentar desacreditar la gestión empresarial por parte de competidores y deteriorar la percepción pública. Por tanto, supondría “un perjuicio” para sus “intereses económicos y comerciales”.
Renfe menciona también que las “eventuales” incidencias o dificultades en la prestación del servicio en su mayoría son ocasionadas por causas ajenas al transportista.
La entidad pública recuerda que Renfe Viajeros publica sus cuentas anuales, que incluyen información sobre retrasos en los servicios. El contenido de dicho informe, correspondiente al año 2023, confirma que los retrasos e incidencias en sus servicios han aumentado en los últimos años.
En cuanto a los servicios retrasados a la salida, el porcentaje de retrasos en AVE-Larga Distancia dentro del territorio nacional pasó del 17,33% en 2019 al 32,12% en 2023, reflejando un aumento de casi el doble en cuatro años. En los servicios regionales y urbanos/suburbanos, el incremento también es destacable, subiendo del 8,02% en 2019 al 12,23% en 2023.
El porcentaje de retrasos a la llegada también ha registrado un incremento significativo, especialmente en los de menor duración (menos de 60 minutos). En los servicios de AVE-Larga Distancia, aumentaron del 14,16% en 2019 al 25,76% en 2023. En los trenes de Media Distancia Convencional y Alta Velocidad, el porcentaje creció del 19,58% al 28,40% en el mismo periodo.
Los retrasos más largos (de 60 a 119 minutos y de 120 minutos o más) han experimentado un alza más moderada, pero constante. Por ejemplo, en los servicios AVE-Larga Distancia, los retrasos de 120 minutos o más pasaron del 0,32% en 2019 al 0,60% en 2023.
El número de incidencias casi se ha duplicado, pasando de 1.098 casos en 2019 a 1.885 en 2023.