Un feroz incendio forestal, bautizado como Franklin, arde sin control en Malibú, California, carbonizando casas y obligando a la evacuación de 20.000 personas. El siniestro, iniciado el lunes por la noche, ya consumió más de 1.150 hectáreas en la región costera.
Más de 1.500 bomberos trabajan por aire y tierra para contener las llamas, que avanzan impulsadas por fuertes vientos y baja humedad. Una inspección preliminar reportó siete propiedades destruidas y ocho dañadas, mientras se prevén más evaluaciones de los daños.
La Universidad Pepperdine, ubicada en la línea de fuego, albergó a 800 estudiantes que compartieron imágenes del incendio rodeando el campus.
La falta de lluvias, los vientos de Santa Ana y el cambio climático han intensificado los incendios en California. Las autoridades abrieron refugios y bloquearon carreteras mientras investigan las causas del desastre.