Luego de 10 días, el gobierno de Dina Boluarte oficializó la Ley del Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2025, el cual asciende a S/251.801 millones. Si bien el monto representa un incremento de 4,6% comparado con la partida asignada en 2024, lo cierto es que hay una serie de desarreglos.
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Para el exministro de Economía, Pedro Francke, la norma aprobada por el Congreso evidencia “una repartija de dinero en función de intereses” en base a criterios políticos y no técnicos. Según menciona, el gobierno regional de La Libertad a cargo de César Acuña, presidente del partido Alianza Para el Progreso (APP), es uno de los principales favorecidos con esta ley de presupuesto. Y es que tanto el titular de la Mesa Directiva del Parlamento y de la Comisión de Presupuesto pertenecen a esta organización política.
"Me parece que el Congreso está decidiendo en materia de presupuesto y está repartiendo dinero por aquí y por allá. Va principalmente dirigido a grandes empresarios y gobiernos regionales que le son afines. Hay un análisis que muestra cómo el principal favorecido es APP, el mismo partido que preside el Congreso y la Comisión de Presupuesto", indicó a La República.
Mientras que el Poder Ejecutivo asegura que la norma promulgada en El Peruano prioriza sectores como educación, salud, saneamiento y seguridad ciudadana, Francke considera preocupante la gran cantidad de dinero que se está destinando en gastos militares, como lo reportó este medio. Aproximadamente, se registra el financiamiento de cuatro proyectos de las Fuerzas Armadas por un total de S/12.970 millones.
Respecto a la bonificación extraordinaria de S/1.000 para el personal del despacho presidencial bajo los regímenes de los Decretos Legislativos N° 276 y N° 1057, calificó esta medida como "una mala señal", la cual proviene de la lógica de repartición del presupuesto en función de intereses privados.
Según el Banco Central de Reserva del Perú, el déficit fiscal a octubre se ubica en 4.1% del Producto Bruto Interno (PBI), el doble de lo establecido inicialmente. Y es que cuando el Congreso aprobó el presupuesto 2024, no podría superar el 2% del PBI. Sin embargo, el MEF fijó nuevos techos en 2,8% para el 2024, 2,2% para el próximo año, 1,8% para el 2026, 1,4% para el 2027 y el 1% hacia el 2028.
Si este año no se cumplirá la regla fiscal nuevamente, resulta poco creíble que esta tendencia no se repita. De acuerdo con Pedro Francke, esto se agravaría con la posible aprobación de exoneraciones tributarias para las grandes agroexportadoras, así como la prórroga de la reducción del IGV para hoteles y restaurantes, entre otras medidas.
"Es irrealista pensar que el déficit, que está en 4%, va a ser de 2,2% como lo subió el Gobierno. Están regalando impuestos a las grandes empresas y se reparten el dinero entre sus allegados. Es irresponsable que apenas aprobaron el presupuesto, van a dar más exoneraciones tributarias y ya le están metiendo hueco al presupuesto", sentenció.
