Situado en el núcleo de la Sierra de Tramuntana en Mallorca, Fornalutx ha obtenido con creces la distinción de ser uno de los pueblos más hermosos de España. Este bello rincón fusiona su arquitectura tradicional con un ambiente natural que parece extraído de una fantasía mediterránea. Pese a su proximidad a la Sóller contemporánea, Fornalutx resplandece con su propia luz, brindando una vivencia singular a aquellos que deciden explorar sus estrechas calles.
Enfocarse en Fornalutx es similar a viajar a través del tiempo. Sus callejuelas estrechas y empinadas, pavimentadas con rocas irregulares, invitan a desvanecerse mientras se contemplan las viviendas tradicionales de roca. Estas casas, con sus típicos porticones de verde, contrastan de manera exquisita con los tonos cálidos de la piedra calcárea, generando una postal digna de observar.
La Metge de Mayol es una de las calles más representativas, aunque en realidad se trata de una escalera. Esta ruta simboliza el núcleo de Fornalutx, con su trayectoria ondulante, sus rasgos arquitectónicos y las vistas que brindan un escenario singular de la Tramuntana. Cada esquina del pueblo posee un detalle que atrae la mirada, desde las macetas repletas de flores que embellecen las fachadas hasta las diminutas plazas escondidas que surgen como enigmas entre las vías.
Uno de los aspectos más únicos de Fornalutx se encuentra en sus aleros. En este pueblo, levantarse no solo para contemplar el firmamento azul, sino también para explorar las leyendas que narran las tejas adornadas. De acuerdo con una costumbre local, estas tejas se adornan con diseños geométricos, representaciones de plantas, animales e incluso figuras humanas. Cada diseño es singular y simboliza un eco del pasado, cuando los residentes plasmaban su inventiva en los componentes del día a día.
Este detalle artístico otorga a Fornalutx un encanto particular, evidenciando que incluso los componentes más prácticos de su arquitectura están llenos de historia y belleza.
Tras recorrer las calles y escaleras de Fornalutx, no existe un sitio más adecuado para relajarse que la Plaça d'Espanya. Esta plaza principal, circundada por cafeterías y terrazas, es el núcleo del pueblo y el sitio perfecto para descansar mientras se aprecia el entorno sereno.
Sentarse al fresco en una de las terrazas, con una bebida en la mano, no solo permite recargar energías, sino también apreciar la vida diaria del pueblo. Desde este punto, se puede apreciar la interacción entre residentes y turistas en un entorno que parece haberse detenido en el tiempo, alejados del ajetreo turístico de otras zonas de Mallorca.
Fornalutx no solo es una localidad encantadora, sino que está circundada por el impresionante panorama de la Sierra de Tramuntana, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este paisaje montañoso, con sus centenarios olivos, cultivos de cítricos y vistas panorámicas, realza de manera perfecta el encanto de la localidad.
Para los aficionados a la naturaleza, Fornalutx es el lugar perfecto para descubrir rutas que llevan a miradores, valles y cimas que brindan panorámicas impresionantes. La mezcla de cultura, historia y naturaleza hace de este pueblo un lugar esencial para aquellos que desean una vivencia genuina en Mallorca.
