Costa Rica se convierte en el primer país del mundo en cerrar todos sus zoológicos públicos, marcando un hito en la conservación de la vida silvestre. Esta decisión, que implica el traslado de alrededor de 287 animales a santuarios, refleja un compromiso con el bienestar animal y la biodiversidad del país. Después de 11 años de esfuerzos, las autoridades costarricenses han logrado cerrar sus dos últimos zoológicos estatales, un paso significativo hacia la protección de especies y la promoción de entornos más naturales para los animales.
La medida se enmarca dentro de un plan nacional de conservación que busca erradicar el cautiverio de animales en instalaciones públicas. A pesar de la aprobación de la Ley de Protección de la Vida Silvestre en 2013, los zoológicos, administrados por FundaZoo, continuaron operando debido a recursos legales. Sin embargo, este año, el Gobierno decidió no renovar el contrato de FundaZoo, facilitando así el cierre definitivo de estos establecimientos.
Costa Rica es reconocida por su rica biodiversidad, y sus autoridades han manifestado su compromiso con la conservación. Carlos Isaac Pérez, viceministro de Gestión Estratégica del Ministerio de Ambiente y Energía, afirmó: "Estamos cumpliendo con regulaciones nacionales y acuerdos internacionales. La decisión de cerrar los zoológicos estatales se tomó para llevar a los animales a lugares donde puedan vivir mejor".
El bienestar de los animales es una prioridad en esta reforma, que no afecta a los 18 zoológicos privados que aún operan en el país. Los animales del zoológico Simón Bolívar en San José están siendo trasladados al centro de rescate Vida Silvestre Tropical en Alajuela, donde recibirán evaluación y cuarentena.
Entre los animales que han encontrado nuevos hogares se encuentran un jaguar, un ocelote, caimanes, cocodrilos, monos araña y un perezoso, que ahora residen en el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre en las afueras de la capital. Esta medida no solo representa un avance significativo en la conservación, sino que también reaviva el debate sobre la ética del cautiverio animal.
Grupos de conservación locales y activistas han celebrado la decisión del Gobierno, destacando la importancia de priorizar santuarios sobre zoológicos. A diferencia de los zoológicos, los santuarios ofrecen una mejor calidad de vida para los animales, enfocándose en su bienestar y atención individual.
Los santuarios se centran en brindar un refugio seguro y permanente, priorizando una vida natural para los animales. No se cría a los animales en cautiverio, y se les proporciona espacios amplios y hábitats que imitan su entorno natural. En contraste, los zoológicos tienen como objetivo principal la exhibición de animales para la educación y el entretenimiento del público, aunque también pueden fomentar la investigación y la conservación de especies.
Los zoológicos suelen obtener sus animales de nacimientos en cautiverio y sus recintos son más pequeños y artificiales. Por el contrario, los santuarios priorizan el bienestar y la atención individual, lo que resulta en una mejor calidad de vida para los animales rescatados.
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El cierre de los zoológicos en Costa Rica representa un avance significativo en la lucha por la conservación de la vida silvestre. Aunque los zoológicos privados aún operan, la decisión del Gobierno de cerrar los zoológicos estatales marca un cambio de paradigma en la forma en que se aborda la conservación y el bienestar animal en el país.
Con esta iniciativa, Costa Rica se posiciona como un líder en la conservación de la biodiversidad, demostrando que es posible priorizar el bienestar de los animales y promover entornos más naturales para su desarrollo. Este cambio no solo beneficia a los animales, sino que también refuerza el compromiso del país con la protección de su rica biodiversidad.