Un grave brote de infecciones en menores ha despertado alarma en el sistema de salud de México. La bacteria Klebsiella oxytoca, altamente resistente a los tratamientos habituales, fue identificada como la causa principal de estas infecciones en hospitales de tres estados.
El impacto ha sido devastador, con la muerte de 17 niños, la mayoría de ellos recién nacidos y en situación de vulnerabilidad extrema.
El brote se registró en el Estado de México, Michoacán y Guanajuato. De acuerdo con la Secretaría de Salud, las infecciones afectaron a 35 menores hospitalizados que recibían Nutrición Parenteral Total (NPT), un tratamiento intravenoso esencial para pacientes que no pueden alimentarse por vía oral. Las mezclas administradas provenían de una empresa ubicada en Toluca, cuyas soluciones fueron inmovilizadas para evitar más contagios.
El secretario de Salud, David Kershenobich, detalló que los casos fueron detectados gracias a un operativo de vigilancia epidemiológica implementado tras los primeros reportes en noviembre. El patrón de infecciones y las fechas de inicio en las distintas entidades confirmaron que la fuente de contaminación era común.
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Esta bacteria pertenece al grupo de las enterobacterias, microorganismos que normalmente se encuentran en el cuerpo humano sin causar daño. Sin embargo, cuando ingresan al torrente sanguíneo a través de procedimientos médicos, como catéteres o soluciones intravenosas, se convierten en un riesgo letal, especialmente para pacientes con sistemas inmunes debilitados.
En el caso de este brote, la Klebsiella oxytoca mostró resistencia a varios medicamentos, lo que dificultó su tratamiento. “La composición de las mezclas de NPT, ricas en nutrientes como azúcares, grasas y aminoácidos, creó un ambiente ideal para su proliferación”, explicó Kershenobich. Además, estas bacterias tienen una gran capacidad para adherirse a superficies y dispositivos médicos, lo que complica su eliminación.
El 3 de diciembre se suspendió la producción y distribución de las soluciones de NPT elaboradas por la empresa SAFE Productos Hospitalarios SA de CV, que abastecía a los hospitales afectados. Las autoridades también inmovilizaron los lotes sospechosos y emitieron una alerta epidemiológica nacional para prevenir nuevos casos.
A pesar de estas medidas, las investigaciones continúan para determinar el punto exacto de contaminación en el proceso de elaboración. Aunque en una primera inspección no se encontraron rastros de la bacteria en la planta de Toluca, las autoridades mantienen la vigilancia hasta el cierre oficial del brote, previsto para el 16 de diciembre.
